
Standard & Poor's ha decidido mantener en "vigilancia negativa" el rating 'B-' a largo plazo de Grecia, lo que implica una calidad pobre de la deuda y se sitúa dentro del grado especulativo o 'bono basura', aunque la agencia de calificación no maneja como escenario base una potencial salida del euro del país heleno.
La agencia, que mantiene su amenaza de una rebaja de rating a corto plazo de la deuda griega desde el pasado 28 de enero, considera que el principio de acuerdo entre Grecia y el Eurogrupo del pasado 24 de febrero no resuelve cómo se cubrirán las necesidades financieras del país en los próximos meses.
Al mismo tiempo, S&P no confía en que Grecia vaya a recuperar el acceso a los mercados en los próximos meses. "Creemos que un acuerdo entre Grecia y sus acreedores representa una condición previa para mitigar los riesgos de liquidez que afronta el país heleno", señala la agencia.
En este sentido, S&P recuerda que Atenas debe hacer frente a pagos de 4.600 millones de euros del principal de su deuda a largo plazo, así como afrontar 1.900 millones en intereses y vencimientos de letras por importe de 11.600 millones.
De este modo, la agencia cree que cubrir las necesidades financieras a corto plazo puede requerir acumular retrasos en los pagos domésticos y recurrir a la liquidez de instituciones públicas. 'GREXIT' NO ES EL ESCENARIO BASE.
La calificadora de riesgos considera que una salida de Grecia de la zona euro "no es el escenario base" y advierte de que las "ramificaciones económicas, sociales y políticas" para el país heleno de un paso sin precedentes como sería este "serían graves".
En este sentido, S&P cree que una hipotética salida del euro de Grecia iría acompañada probablemente de un 'default' en cuanto a las obligaciones griegas con respecto a sus acreedores oficiales y comerciales.