Philippe Legrain, profesor colaborador de la London School of Economics y exasesor de Durao Barroso (expresidente de la Comisión Europea), cree que las políticas implementadas en la Eurozona durante la crisis económica han sido fatales: "Han convertido una crisis financiera en una crisis económica y política muy profunda".
El economista británico explica en el blog patrocinado por la London School of Economics que "llevamos más de siete años dentro de una crisis, la Eurozona lo está haciendo mucho peor que EEUU, peor que Japón durante su década perdida en 1990, y peor que Europa en los años 30. La economía es todavía un 2% más pequeña que a principios de 2008, está estancada".
"Grecia ha visto como su economía se reducía más de un cuarto, les está yendo peor que a Alemania durante la Gran Depresión. Los estándares de vida de mucha gente se han desplomado y el desempleo es excesivamente alto. La creación de una generación perdida está en marcha, la Eurozona se está hundiendo en una trampa de deuda y deflación, con consecuencias trágicas e impredecibles", asegura Legrain.
"Como es lógico los votantes están hartos de años de miseria que no parece tener fin. Las tensiones sociales dentro de los países se multiplican al igual que las fricciones políticas. Todo ello es más que comprensible ante los injustos rescates de los banqueros ricos y de los recortes en educación", explica el economista inglés.
Legrain cree que esta crisis ha servido para revivir viejos estereotipos y para crear otros nuevos: "Los europeos del norte 'insultan' a los de sur acusándoles de perezosos, mientras que los griegos etiquetan a los alemanes de nazis. El malvado nacionalismo está en marcha mientras que el apoyo a la Unión Europea es cada vez más bajo".
"Ahora los europeos asocian la UE con la austeridad, la recesión y la dominación alemana. El enfado y el resentimiento dominan Europa ante la incompetencia y a veces corrupto 'establishment' político, mientras que los tecnócratas parecen incapaces de resolver la crisis y han impuesto la miseria para los votantes (pero no para ellos mismos)", espeta Legrain.
Ante esta situación, el economista británico ve normal que "los votantes estén recurriendo a los radicales y extremistas: la izquierda radical en Grecia y España, la extrema derecha en Francia y el Sinn Fein en Irlanda... En Italia la situación parece menos grave gracias a la popularidad del reformista Renzi, aunque los partidos extremistas también ganan fuerza".
En conclusión, se puede decir que el sentimiento 'anti-euro' está creciendo en el sur de Europa sobre todo, pero también en Holanda con la extrema derecha, a la vez que se extiende por Alemania y Finlandia: "Así es el panorama en general que vive Europa", sentencia Legrain.