
Si tiene la impresión de que la gripe ha llegado fuerte este año, debe saber que España es uno de los países de Europa donde el impacto ha sido menor. Alemania, Suecia o Finlandia están atravesando la peor epidemia en años que está dejando a su paso colegios cerrados, transportes interrumpidos, trabajadores en casa durante días y un mordisco a la ya débil economía de la región.
De acuerdo con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, Alemania es el epicentro de la plaga de gripe de este invierno. De una forma similar la están viviendo Luxemburgo, Finlandia, Hungría, Suecia o Suiza, mientras que en el sur de Europa la virulencia es menor.
Para muestra, un botón: en tierras germanas, durante la última semana de febrero se registraron cerca de 12.300 nuevos contagios, el número más elevado en lo que va de 2015, según informa el instituto germano de protección de la salud Robert Koch.
En Munich coincidieron hasta 70 empleados del metro, el 10% de la plantila, enfermos de gripe en febrero, lo que provocó que se tuvieran que cancelar algunos trayectos. Y en otros centros de trabajo como Volkswagen, BMW o Deutsche Bahn, la principal compañía ferroviaria germana, han reconocido que las ausencias por enfermedad de los empleados son este invierno mucho mayores de lo normal. "Es definitivamente una de las epidemias más severas de los últimos años", indican desde la institución alemana en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal.
Las horas de trabajo perdidas por las bajas, el descenso del consumo y, en general, las consecuencias del virus puede tener un impacto económico en Alemania en el primer trimestre de este año de hasta 2.200 millones de euros, una cifra equivalente al 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.