
Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, junto con la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) y la Consejería de Empleo de la embajada española en Berlín, han editado una guía dirigida a quienes emigran desde España a Alemania para trabajar o para buscar empleo, con el fin de que no sean víctimas de "engaños o abusos".
La publicación ¡Informarse es protegerse!. Una guía para trabajar con éxito en Alemania resume los principales aspectos de la legislación laboral germana, e incluye recomendaciones y un directorio de contactos útiles para quienes tengan el objetivo de trabajar en el país. UGT y CCOO explicaron en la presentación del documento que su función es contribuir a una "migración segura" que respete los derechos de los trabajadores que desean emplearse en Alemania y asegurar que las condiciones de trabajo sean las "legalmente establecidas".
"Las personas que vienen a Alemania no suelen conocer sus derechos. Muchas no hablan apenas alemán y no saben a dónde acudir en caso de presentarse problemas en el trabajo" explica Annelie Buntenbach en nombre de la DGB. La guía será distribuida por todo el territorio nacional español, y es accesible para cualquier persona interesada en trabajar en Alemania o que ya se encuentre allí a través de las páginas web de UGT, CCOO y la DGB.
La importancia del idioma
Si no hablas alemán, no podrás negociar tus condiciones de trabajo, ni tu salario, ni protegerte de un posible abuso en el trabajo" advierte la guía, que señala como requisito indispensable para encontrar un buen trabajo tener un nivel mínimo de alemán. El documento aconseja estudiar el idioma en España para tener una base, y buscar una academia o un tándem lingüístico nada más llegar.
Entre los documentos que hay que preparar antes de coger el avión, además del DNI, es muy importante la tarjeta sanitaria europea. En Alemania no existe la sanidad universal y todos los trabajadores están obligados a disponer de un seguro de salud que suele oscilar entre los 155 y los 300 euros mensuales. Además, el texto recuerda que los certificados de formación, incluso la vida laboral, también deben ir en el equipaje, ya que mejoran las expectativas de encontrar empleo.
Precaución ante abusos
"Los motivos para el abuso de la fuerza de trabajo son a menudo los escasos conocimientos del idioma, así como del derecho laboral aleman, pero también la falta de organización sindical de los trabajadores que se desplazan", explica la guía, que anima a los recién llegados a sindicarse y enumera una serie de situaciones que pueden indicar explotación laboral. Firmar papeles sin entenderlos, tener pocas informaciones sobre el trabajo o que la empresa retenga el pasaporte o DNI son algunos de los indicios que pueden hacer saltar la alarma. "Los empresarios o tus clientes pueden pedirte que firmes algún papel. ¡No lo hagas si no entiendes el contenido del documento!", advierte la publicación.
Buenas oportunidades
Alemania es el país que demanda más trabajadores españoles, seguido por Reino Unido y Francia. Estos tres países suponen casi el 40 por ciento de la demanda de mano de obra. Según las últimas cifras oficiales, la comunidad de trabajadores españoles es ya la séptima extranjera más numerosa en Alemania, con cerca de 125.000 personas. A su vez, más de 10.000 españoles buscan empleo en el país germano.
El sector que demanda más españoles para trabajar en el extranjero es el industrial, seguido por la construcción y las telecomunicaciones. Y el perfil más demandado es el de los técnicos, por delante de los mandos intermedios, los directivos y los empleados.
El Gobierno de Merkel ha animado en varias ocasiones a los jóvenes españoles a emigrar. "¡Venid a Alemania! ¡Haced con nosotros vuestra formación profesional!", exclamaba en 2013 el anterior ministro de Economía, Philipp Rösler. Pero no siempre se pueden cumplir las expectativas creadas. La primavera pasada, el Ejecutivo alemán se vio obligado a cancelar el programa para jóvenes parados europeos debido a la excesiva demanda, después de recibir unas 9.000 solicitudes entre enero de 2013 (cuando se puso en marcha la iniciativa "El trabajo de mi vida") y marzo de 2014 de las cuales unas 5.000, más de la mitad, eran solicitudes españolas. El programa colapsó y se acabaron los fondos antes de tiempo.