
A pesar de los avances relativamente positivos, Grecia se enfrenta a una retahíla de retos que bien podrían hacer descarrilar al nuevo gobierno de Alexis Tsipras, especialmente entre el electorado heleno. Las rencillas dentro de Syriza comienzan a ser evidentes después de que Manolis Glezos, el militante de 94 años del partido y eurodiputado, haya criticado duramente al primer ministro por "dar marcha atrás" e incluso haya pedido disculpas a los votantes por "engañar" al público.
"La coalición bipartidista liderada por Syriza con 162 de los 300 escaños no se vería afectada si el número de renuncias no supera un dígito pero la falta de unidad en el partido aumenta los riesgos de inestabilidad dentro del gobierno en el próximo año", advierte Blanka Kolenikova, analista de la consultora IHS Economics and Country Risk.
El acuerdo debería permitir a los bancos griegos seguir recibiendo el apoyo de la liquidez del Banco Central Europeo, asumiendo el gobierno logra presentar un conjunto satisfactorio de las reformas. También es probable que se desaceleren las fugas de depósitos registradas cuando Syriza se hizo con el poder. Sin embargo, es poco probable que los depósitos vuelvan al nivel anterior al arranque de 2015, dada que la incertidumbre sobre la capacidad de Grecia para rubricar un plan permanente con sus acreedores en junio sigue siendo alta.
"Esta incertidumbre tendrá un impacto negativo en la actividad económica y tras la primera contracción económica en un año registrada en el cuarto trimestre de 2014, se prevé que la economía entre recesión durante los tres primeros meses de 2015", señala Diego Iscaro, economista de IHS. "Ante este panorama, los riesgos de protestas y disturbios podrían resurgir en la segunda mitad de 2015 si el gobierno cede a la presión de la Eurozona y mantiene las medidas de austeridad impopulares y las reformas estructurales", justifica.
Según Kolenikova e Iscaro los escollos potenciales a los que se enfrenta el ejecutivo de Tsipras incluye la continuidad en las reformas de los programas de privatización y del mercado laboral, en particular las medidas para aumentar la facilidad de despidos y las contrataciones. "En este caso, podríamos ver más deserciones entre las filas de Syriza así como la renuncia potencial de su socio Anexartitoi Ellines (ANEL), partido anti-rescate y anti-austeridad", señalan en un informe. Ambos expertos ponen de manifiesto que este escenario privaría al gobierno de su mayoría parlamentaria por lo que sería altamente probable que volvieran a convocarse de nuevo elecciones anticipadas y un nuevo periodo de estancamiento político.