
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró hoy positiva la adopción en Francia del proyecto de ley para la liberalización de la economía gala, pese a que el Ejecutivo socialista decidiera para ello saltarse la votación de la Asamblea Nacional.
"Cada país tiene diferentes posibilidades para que tal o cual ley sea adoptada y yo me alegro de que se haya conseguido", indicó en una conferencia de prensa tras haberse reunido en el Elíseo con el presidente francés, François Hollande.
Francia, destacó, tiene su propia agenda de reformas y no necesita los comentarios de Alemania, pero la adopción de la llamada "ley Macron" es, a su juicio, reflejo "de una buena capacidad de acción".
El Gobierno francés recurrió para ello al artículo 49.3 de la Constitución, que prevé la suspensión del debate parlamentario y la aprobación automática de un texto en la Cámara baja.
A la espera de que el texto llegue en abril al Senado, solo habría impedido su aprobación en la Asamblea el triunfo de una moción de censura como la votada ayer sin éxito, que solo fue apoyada por 234 diputados de los 289 que hubiera necesitado para prosperar.
El presidente francés también quiso recalcar que ese proyecto de ley no se lanzó para satisfacer ni a la Comisión europea ni a Alemania, sino porque se consideró es útil para el país.