Economía

Bruguer recupera los niveles de rentabilidad previos a la crisis

Barcelona, 15 feb (EFE).- La multinacional holandesa AkzoNobel ha recuperado los niveles de rentabilidad previos a la crisis en su negocio de pintura decorativa en España, que comprende marcas como Bruguer o Procolor, tras acometer un importante ajuste de plantilla y cuantiosas inversiones para mejorar la eficiencia productiva.

La compañía cuenta en España con tres divisiones, la de química, la de pintura industrial y la decorativa, si bien es esta última línea de actividad la que reporta un mayor volumen de negocio y también la que ha sufrido en mayor medida el impacto de la crisis.

En una entrevista con Efe, el coordinador de AkzoNobel en España y director general del negocio de pintura decorativa, José Antonio Jiménez, reconoce que estos años "han sido complicados", ya que el sector ha caído en su conjunto un 50 %, pasando de una facturación de 1.000 millones de euros en 2007 a unos 600 millones en 2014.

Para hacer frente a la caída de la demanda, AkzoNobel ha reducido su plantilla en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, que ha pasado de 360 a 160 empleados en el último lustro, a la vez que ha realizado importantes inversiones para aumentar la eficiencia de la producción.

Así, en plena crisis, AkzoNobel ha invertido casi 30 millones de euros en su nueva fábrica barcelonesa, lo que le ha permitido automatizar mucho más los procesos productivos y externalizar la actividad de almacenamiento.

En la actualidad, asegura Jiménez, la productividad por empleado de esta planta, que también fabrica las marcas Xyladecor, Hammerite y Sikkens, es casi un 35 % superior a la que tenía en 2007.

"Hemos conseguido darle la vuelta a la rentabilidad, pero ha sido un proceso duro y complicado -comenta el directivo- porque la forma de conseguirlo ha sido con menos gente, más productividad y trabajando mucho mejor".

Bruguer, que puede encontrarse en el mercado a través de grandes superficies como Carrefour o Leroy Merlin o de pequeñas tiendas de pintura, ha tenido también que reducir sus precios, con el consecuente ajuste de los márgenes y la resituación de la marca en niveles más asequibles de coste.

"Pero afortunadamente lo hemos hecho sin que afecte a la calidad de los productos", subraya Jiménez, que recuerda que esta división de negocio, la de pintura decorativa, depende casi por completo del mercado doméstico, lo que explica que el impacto de la crisis haya sido aquí mayor.

En cualquier caso, el directivo de AkzoNobel constata que los volúmenes de producción de la planta catalana han aumentado en el último año por primera vez desde 2008, concretamente un 10 %, y que la previsión para este 2015 es que vuelva a crecer en el mismo porcentaje.

"Hay señales de mejora, estamos bastante lejos del drama que había hace dos años", señala José Antonio Jiménez, que destaca no obstante que cuando un mercado cae a la mitad, "en un momento u otro has de volver a crecer".

El máximo responsable de Bruguer explica que aunque la pintura de marca blanca "ha hecho daño" a su empresa, el factor que más les ha afectado es la economía sumergida. En este sentido, cifra en un 30 % del mercado el grueso de empresas del sector de la pintura decorativa que operan de forma ilegal en España.

Se trata además de un sector muy fragmentado, en el que las tres grandes empresas productoras, entre ellas Bruguer, apenas llegan a una cuota de mercado del 30 %.

"En España puede haber una capacidad de producción instalada que es el triple de lo que el mercado es capaz de digerir; tenemos una sobrecapacidad productiva brutal", advierte Jiménez.

Alcanzados los niveles de rentabilidad de antes de la crisis, Bruguer se fija el objetivo de aumentar su beneficio y mejorar aún más los procesos internos, pero también de retomar el ritmo inversor, especialmente en publicidad, para impulsar la notoriedad de la marca. EFE

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky