
BBVA Research avanzó esta semana que el PIB crecerá, al menos, un 2,7% este año y augura buenas perspectivas para la creación de empleo. Su economista jefe para España, Miguel Cardoso, ha conversado con elEconomista sobre el viento que nos impulsa y que hace de éste un momento óptimo para seguir impulsando reformas. Esenciales son las del ámbito laboral, donde se muestra partidario de una rebaja de cotizaciones sociales.
Prevén la creación de un millón de empleos hasta 2016, pero ¿qué tiene que pasar en nuestro país para que la tasa de paro se reduzca del 20%?
Nuestra previsión es muy similar a la del Gobierno. Se habrían creado 430.000 empleos en 2014 y este año se crearán alrededor de 500.000, por lo que esperamos en torno a 1,5 millones de puestos de trabajo en términos EPA en estos tres años. El problema de la tasa de paro es que el dato depende no sólo de la creación de empleo, sino también de la población activa, es decir, de la participación de la gente en el mercado laboral, del efecto desánimo o el efecto llamada. Esto, obviamente, incrementa o mantiene elevada la tasa de desempleo, al mismo tiempo que vas creando empleo.
Entre 1993 y 2008 la tasa de desempleo se redujo 15 puntos porcentuales en 15 años. Es el ritmo al que, en el pasado, normalmente ha ido mermando la tasa de paro en España. Lo positivo, ahora, es que ese ritmo parece algo más rápido.
¿Sería un buen momento para plantearse una nueva ronda de reformas en el mercado de trabajo?
De repente, todo se está alineando para la economía española. Va a ser difícil que durante los próximos años nos encontremos con un escenario para el crecimiento mejor que el que estamos viendo ahora con la política monetaria del Banco Central Europeo, la consolidación fiscal, la depreciación del euro y la caída del petróleo. Tenemos que aprovechar este espacio para tratar de mejorar el funcionamiento de distintos mercados, para que cuando no tengamos estos vientos de cola, podamos crecer al mismo ritmo.
En el caso del mercado laboral, el paro es el problema más importante y ha de tener un seguimiento continuado. Las reformas deberían ser renovadas constantemente. Hemos hecho una propuesta porque pensamos que el problema de la temporalidad está ahí, y hay que tratar de fomentar la contratación indefinida. Los efectos que la temporalidad tiene sobre los salarios son muy importantes.
El otro punto es el paro de larga duración. Hay que tratar de hacer políticas activas más eficientes. Cuando se mira la tasa de paro en España, los recursos que se destinan a éstas son reducidos en relación a otros países de Europa.
¿Es momento para una rebaja de las cotizaciones sociales?
Nosotros proponemos una bajada de las cotizaciones sociales y, para no entorpecer el proceso de reducción del déficit y de la deuda, compensarlo con la subida de la imposición indirecta, especialmente el IVA. Nos parece que podría hacerse progresivamente, de forma que la mayor reducción de cotizaciones se diera en los empleos de baja remuneración, para incentivar la contratación de trabajadores de baja productividad que necesiten una primera ayuda para entrar en el mercado laboral y, así, ganar experiencia. Esto supondría un impulso importante al empleo.
Consideran "prudente" su previsión de crecimiento del 2,7 para este año ¿Qué tiene que pasar para que el PIB español avance más?
Tiene que continuar lo que hemos estado viendo hasta el momento. A nivel doméstico, vemos una disminución de la incertidumbre. Un entorno como el que descuentan, de momento, los mercados, donde los riesgo geopolíticos no se trasladen al crecimiento, nos llevaría a que las tasas de crecimiento se mantuvieran en torno a los niveles actuales. Para el primer trimestre esperamos un avance muy potente, del 0,8 o 0,9%, lo que supone una tasa anualizada del 3,5. Si el impulso fiscal continúa, gracias a la rebaja del IRPF, y se mantienen los datos en Europa, simplemente tenemos que mantener la inercia.
Además, en España, tenemos un sector financiero que ha sido recapitalizado y evaluado, donde no se perciben problemas de solvencia. Y de hecho, los tipos de interés tienen mayor espacio para bajar en el crédito a familias y empresas. El crédito va a intensificarse y hacia finales de año podemos ver, incluso, crecimientos del stock.
A todo esto sumamos la depreciación del tipo de cambio, teniendo en cuenta que España ya ha tenido un incremento de las exportaciones exitoso cuando éste no nos era favorable. Por separado, todos estos factores pueden tener un impacto moderado, pero juntos hacen que la economía pueda presentar tasas de crecimiento del 3% e incluso por encima.
¿Dónde reside la fortaleza del PIB? ¿En qué componentes?
Realmente lo que explica el crecimiento en este último año y medio es el aumento del consumo privado. El tema es ver si puede mantenerse. Al haber una menor incertidumbre, está disminuyendo el ahorro para financiar el consumo. La recuperación del empleo indica que el consumo va a crecer en un futuro, pero no a las tasas del año anterior y de éste -la previsión de aumento es del 2,5 este año- porque parte de la población necesita reducir su deuda.
Otro punto importante es la inversión en maquinaria de equipo, que alcanza máximos históricos. Nunca habíamos dedicado tanto de nuestro gasto a esta inversión productiva, que va a generar mayor capacidad en el sector exportador. Esto indica el cambio de modelo de la economía española. La inversión en bienes de equipo lleva ocho trimestres consecutivos de crecimiento y ha aumentado un 22% desde mínimos. En Europa ha crecido un 8%.