Economía

Tsipras y los líderes desbloquean la negociación del rescate griego

  • Buscan "zonas comunes" que impliquen un ajuste más moderado
Alexis Tsipras, el líder de Syriza y nuevo primer ministro griego.

Europa cerró ayer el día con una mirada algo más optimista, algo que también reflejaron los mercados. Los socios europeos consiguieron progresar en los dos temas que han puesto a la Unión contra las cuerdas durante los últimos meses: Ucrania en el frente exterior, y Grecia en la dimensión económica.

Los líderes de los 28 llegaron a su cumbre informal en Bruselas con la buena noticia del acuerdo de alto el fuego arrancado en Minsk al presidente ruso, Vladimir Putin, por parte de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande.

Sin embargo, también amanecían con el fracaso total de la primera ronda de negociaciones entre el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, y sus colegas del Eurogrupo, que fueron incapaces incluso de establecer una hoja de ruta para acercar posiciones entre la extensión del programa, que demanda en bloque la mayoría -aunque con matices entre algunas capitales- y el nuevo acuerdo que quiere cerrar Grecia, apoyado en un crédito puente mientras se negocia.

"Estoy muy preocupado", dijo el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker al llegar a la cumbre. "Ojalá se hubiera progresado más la víspera", completó.

Tras seis horas de discusiones en el Eurogrupo durante la víspera, los más duros liderados por el alemán, Wolfgang Schäuble, ofrecieron a Varoufakis una extensión de un programa revisado. El griego, tras un sí inicial, consultó con Atenas y terminó por descartar el acuerdo. Varoufakis se despidió de la reunión insistiendo en que no quieren extender el acuerdo actual, contra el que basaron su campaña electoral.

A pesar del choque de trenes que se avecinaba, y con apenas tiempo para un acuerdo antes de que se corte la ayuda a Grecia el próximo 28 de febrero, y probablemente la liquidez del BCE, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llegó "optimista" al primer cara a cara con sus prestamistas. "Estoy seguro que juntos podemos encontrar la manera de curar las heridas causadas por la austeridad", dijo a los periodistas al entrar.

Tras el encontronazo de la víspera, la canciller Angela Merkel también quiso mantener el espíritu conciliador. "Europa siempre se ha dirigido hacia el compromiso" y "Alemania está lista para ello".

Eurogrupo clave el lunes

En esa ventana de oportunidad, abierta también por el espíritu positivo del acuerdo logrado de Minsk, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, también presente en la cumbre, logró sacar una primera tentativa para encontrar un acuerdo común.

Tras reunirse con Tsipras, Dijsselbloem anunció que un grupo técnico se encargará de encontrar "zonas comunes" entre el programa actual y el nuevo acuerdo que propone Grecia, con un ajuste más moderado y un relajamiento del peso de la deuda. El objetivo es facilitar la discusión del próximo lunes, cuando el Eurogrupo se volverá a reunir. Para entonces, las dos partes deberían lograr un acuerdo, ya que la solución necesitará el refrendo parlamentario en varias cámaras nacionales, incluido el Bundestang alemán, antes de que expire el programa a finales de mes.

Según explicaron fuentes europeas a elEconomista, esta posibilidad ya se contempló la víspera como parte del acuerdo que finalmente desechó Varoufakis, quien rechazó incluir la palabra "extensión" en el comunicado final, porque Atenas insiste en cerrar un "acuerdo puente". A pesar del rayo de esperanza, el acuerdo final se avecina complicado, ya que el grupo de los duros, cada vez más sólido, ofrece poca flexibilidad a las peticiones de los griegos.

Con la vista en otros rescates

El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, avisó que a los europeos "se les estaba acabando la paciencia con Grecia", y añadió que cualquier desviación del programa sería una injusticia para países como Irlanda, España y Portugal.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, repitió el mismo mensaje de los últimos días y recordó a la desafiante Atenas que no tiene otra fuente de financiación, aparte de los socios del euro. "Quien tiene el apoyo y la solidaridad debe cumplir los compromisos que lógicamente asumió en su momento", dijo.

La propia Angela Merkel dijo que la "credibilidad de Europa", que ayer aparecía algo menos cuestionada por los progresos en el frente ucraniano y griego, se basa "en el respeto de las reglas por parte de todos".

Entre esas dos caras de Merkel, la abierta a compromisos y la fría guardiana de las reglas, es donde Europa espera encontrar una solución definitiva a la tragedia griega.

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