
Dicen que una mancha de mora con otra se quita. Pero en esto de la economía global parece que no hemos terminado de aprender la lección. Desde la crisis financiera que comenzó a fraguarse en 2007, el mundo no ha hecho más que endeudarse aún más, con el ratio de deuda de China con respecto al tamaño de su economía superando los niveles de Estados Unidos.
¿Qué quiere decir esto?, básicamente que, a día de hoy, la posibilidad de una nueva crisis tiene más probabilidades que antes. Al menos así lo afirman desde la consultora McKinsey & Co, donde indican que la deuda global ha incrementado en 57 billones de dólares en 2007 hasta alcanzar 200 billones de dólares en la actualidad, sobrepasando con creces el crecimiento de la economía mundial.
El ratio de deuda con respecto al PIB bruto alcanza ya el 286 por ciento. Según apunta el Financial Times, que ha elaborado un gráfico con los datos ofrecidos por la consultora, el endeudamiento en manos de los ciudadanos, empresas y el gobierno de España ha aumentado un 72 por ciento desde 2007 hasta el año pasado.
En el caso de Irlanda, Grecia, Portugal o China, el apalancamiento oscila en orden descendente desde el 172 por ciento para nuestros vecinos irlandeses hasta el 83 por ciento en el gigante asiático. Es por ello que desde McKinsey piden un "nuevos y frescos acercamientos" para evitar futuras crisis de deuda. "En general, la deuda con respecto al PIB es en estos momentos más alta en casi todos los países desde la crisis financiera", señalan mientras advierten que esto pone en duda la estabilidad financiera.
La mitad de este endeudamiento se ha producido en las economías emergentes pero un tercio de la cifra total es el resultado del endeudamiento público de los países avanzados. Un apalancamiento que se extiende a casi todas las familias de dichos países, a excepción de Irlanda y Estados Unidos.