El Ministerio de Empleo tiene decidido asumir el control de la formación para el empleo a través de una agencia estatal creada expresamente para este fin. Y lo hará por decreto-ley y sin acuerdo con los agentes sociales que han expresado su rechazo y su malestar al proyecto del Gobierno.
Medios próximos a la negociación entre Gobierno, sindicatos y CEOE, confirman que el decreto-ley de creación de la nueva agencia estatal que sustituiría a la actual Fundación Tripartita en la gestión de la formación para el empleo está ya ultimado y no se descarta, incluso, que la ministra Fátima Báñez pudiera llevarlo al Consejo de Ministros de este viernes.
El objetivo del Gobierno con esta medida es incorporar y aplicar los criterios de transparencia , competencia y unidad de mercado a la oferta de formación para, entre otras cosas, impedir la repetición de las actuaciones fraudulentas investigadas en Andalucía y Madrid,
La decisión de recurrir a la fórmula del decreto-ley obedece al rechazo frontal de la CEOE a acceder a esta cesión de la gestión de la oferta formativa acusando al Gobierno de "injerencia" y de "querer hacer las reformas con el dinero de los empresarios.
Desde la patronal se entiende que si los fondos que financian la formación para el empleo salen del 0,7% de las cotizaciones sociales, y de ese porcentaje el 0,6% lo pagan las empresas, deben ser las organizaciones empresariales quienes gestionen esos recursos en función de la demanda formativa de las empresas.
Una postura que choca de plano con el proyecto del Ministerio de Empleo que pretende que todos los fondos públicos destinados a la formación de oferta, que cambiará su nombre por el de "formación transversal y sectorial", salgan a libre concurrencia, lo que tomando como referencia el presupuesto del año 2013, supone destinar a esta formación transversal unos recursos de 1.200 millones de euros.
Esta cantidad es aproximadamente el 70% del total de los recursos públicos para formación, siendo el resto, unos 580 millones de euros, la dotación asignada a la formación de demanda que realizan las empresas.
Dentro de la formación transversal y sectorial se incluirán, como novedad, planes específicos de formación para los desempleados -a lo que también se opone CEOE- y para los autónomos y los trabajadores de la economía social.
La reforma de la Formación para el Empleo que impulsa el Departamento que dirige Fátima Báñez impide también que los sindicatos y las organizaciones empresariales puedan presentarse como tales organizaciones a la oferta de concurrencia competitiva y sólo podrán hacerlo a través de las empresas que ya tienen constituidas para este fin u otras de nueva creación.
Además, con la reforma del Ejecutivo, la oferta de formación deberá someterse a partir de ahora a lo dispuesto en la nueva ley de subvenciones, que limita el adelanto de las cantidades otorgadas a sólo el 40% y no a la totalidad del importe concedido, desembolsándose el resto del dinero cuando se ejecuten lo proyectos.