Economía

La llave del Gobierno heleno la tendrán los partidos de centro

La formación de Tsipras tiene un 60% de probabilidades de ganar las elecciones. Analizamos la aritmética de las elecciones generales griegas del 25 de enero, con sus distintos escenarios y probabilidades. Creemos que el partido de extrema izquierda Syriza tiene un 60 por ciento de probabilidades de ganar y el de extrema derecha Nueva Democracia (ND, del actual primer ministro Antonis Samaras) un 40 por ciento. Aun así, nuestro análisis sugiere que sólo hay un 10 por ciento de probabilidad de que las urnas otorguen una mayoría absoluta, dada la mecánica de conversión de los votos emitidos en escaños. | Todo sobre las elecciones griegas

Contemplamos la posibilidad de que el vencedor de los comicios no logre formar Gobierno en apenas un 5 por ciento y vemos improbable la salida de Grecia de la eurozona (Grexit). El escenario más probable es un Gobierno de coalición dirigido por Syriza, con un 50 por ciento de probabilidad.

Implicaciones de mercado

Si el líder de Syriza, Alexis Tsipras, se convierte en el próximo primer ministro, podría generar más volatilidad en el mercado, pero pensamos que las turbulencias serán efímeras cuando el mercado se dé cuenta de que es más pragmático de lo que muchos inversores piensan. Las negociaciones entre un Gobierno de Syriza o dirigido por él con la troika seguirían siendo muy complicadas, aunque Grecia continúa en una posición financiera compleja. Auguramos pocas diferencias en los resultados del mercado entre un Gobierno de Syriza o de ND.

Syriza encabeza las encuestas desde finales de 2013 y creemos que obtendrá la mayoría de los votos en las elecciones generales. Su retórica anti austeridad y oligarquía ha resultado ser popular, aunque su ventaja frente a ND se ha reducido al 3-4 por ciento en los últimos meses. La situación económica sigue siendo complicada: el Gobierno en el poder no ha podido obtener el último tramo de la actual facilidad europea de estabilidad financiera (FEEF) el 8 de diciembre (ampliada a finales de febrero) y este año se avecinan unas necesidades de financiación de unos 18.000 millones de euros. Grecia ya ha emitido los 15.000 millones de euros máximos en bonos del Estado que permite el Banco Central Europeo, lo que elimina toda posibilidad de conseguir efectivo a corto plazo. Solo quedan 2.000 millones de euros en reservas de efectivo.

El actual ministro de Economía de Grecia ha advertido de que el país podría quedarse sin fondos para el pago de la deuda en marzo si Syriza llega al poder y el 16 de enero el banco central tuvo que pedir al BCE que aprobara una línea urgente de financiación interna, cuando dos grandes bancos (Alpha y Eurobank) solicitaron la provisión urgente de liquidez, dado el aumento de los flujos de salida de depósitos. La flexibilización cuantitativa del BCE ha exacerbado la situación a pocos días de los comicios.

Aunque consideramos que la Grexit es posible en un Gobierno de Tsipras, creemos que es improbable, que no beneficia a nadie y que es más compleja legalmente de lo que muchos piensan. Por eso Tsipras ha suavizado el tono contra Bruselas y Berlín, y ha reiterado que abandonar la eurozona no entra en sus planes.

No obstante, las negociaciones con la troika serían más difíciles con un Gobierno de Syriza, ya que casi todas sus promesas parecen enfrentadas a los acreedores griegos (y las de Alemania en particular). Creemos que tendrá que darse algún tipo de alivio de la deuda, sea cual sea el partido vencedor. Como mucho, Tsipras dificultará las negociaciones con la troika. Por otro lado, podría conseguir mejores condiciones de pago, principalmente otra prórroga de los vencimientos y unos cupones más bajos.

Capitalizar el miedo económico y la incertidumbre que rodea a la posición fiscal y la sostenibilidad de la deuda es la gran estrategia de ND para vencer en las urnas. Samaras se juega la carta de la estabilidad: las encuestas indican que al 74 por ciento de los griegos les gustaría quedarse en la Unión Europea.

Presionado por el descontento, también promete renegociar los términos del rescate de la troika, aunque con una postura más blanda que Tsipras. Entre sus medidas, sugiere unos recortes fiscales que crearán 770.000 empleos en sectores importantes como el turismo, la agricultura y la logística.

De ser efectiva, esta estrategia podría acortar la distancia del 3-4 por ciento con Syriza, sobre todo porque el 9 por ciento de los encuestados siguen indecisos. La menor ventaja de Syriza en las encuestas no basta para descartar un escenario en que el partido de Samaras gane las elecciones. Quienes optan por el "voto de protesta" de Syriza podrían echarse atrás en los últimos días u horas antes de tomar su decisión final y quedarse con "lo malo conocido".

Seguimos pensando que Syriza tiene un 60 por ciento de probabilidades de ser el partido con más escaños, frente al 40 por ciento de ND. Para analizar la aritmética de la composición del próximo parlamento griego hemos desarrollado un sencillo modelo.

Estudiamos la posible combinación de desenlaces de una victoria de Syriza basada en dos variables de control: (i) el porcentaje de votos recibidos en las elecciones legislativas (para el partido, no en cada circunscripción) y (ii) el número de partidos que podrían situarse por debajo del umbral del 3 por ciento, necesario para obtener un escaño.

Esto nos lleva a los distintos desenlaces posibles: mayoría absoluta de Sirias, necesidad de coalición de Syriza (y con cuántos partidos) y no formación de gobierno (con "mandato de negociación" al partido con el segundo mayor número de votos, que creemos que sería ND). Este ejercicio puede replicarse con ND, siempre y cuando pase a ser el primer partido, un escenario que no descartamos.

Ley electoral y supuestos

La ley electoral establece que los 300 escaños se asignan como resultado de las elecciones. El partido con el mayor número de votos recibe 50 escaños adicionales, de forma que los 250 escaños restantes se asignan proporcionalmente entre todos los partidos en el congreso. Para entrar en el parlamento, una formación debe recibir más del 3 por ciento de los votos.

Con estas premisas, nosotros dividimos los partidos restantes (salvo Syriza y ND) en tres categorías según sus probabilidades de llegar al congreso (o de recibir más del 3 por ciento de los votos). En primer lugar, están los partidos por debajo del umbral ("otros"), que podrían recibir un total agregado del 6 por ciento de los votos.

Después, están los partidos alrededor del umbral: Pasok, Griegos independientes y Movimiento de Socialistas Democráticos. Estos partidos han rondado el umbral. Creemos que podrían situarse a un lado u otro del mismo, lo que alteraría la base empleada para asignar escaños en el Congreso. Por encima del umbral se situarían Potami, KKE (comunistas) y XA (Amanecer Dorado) que, de acuerdo con nuestro análisis obtendrán más del 3 por ciento de los votos necesarios para obtener un escaño.

Asignación de escaños

A continuación calculamos la transformación del total de los votos emitidos en escaños, teniendo en cuenta que algunos partidos no superarán el umbral del 3 por ciento, lo que afectará a la base usada para distribuir los 250 escaños. En caso de que Syriza no obtuviera la mayoría absoluta, estos partidos podrían convertirse en posibles socios de una coalición.

Por ejemplo, si Syriza obtuviese el 35 por ciento de los votos (la media de las encuestas desde el 1 de enero), solamente conseguiría una mayoría absoluta si tres partidos caen por debajo del umbral del 3 por ciento. Es muy probable que la victoria de Syriza requiera una coalición con otros partidos.

Sólo si Syriza se hace con el 34 por ciento de los votos (y todos los partidos alrededor del umbral -Pasok, Anel y Kinima- se sitúan por debajo del umbral), conseguirá una mayoría absoluta en el parlamento. Asignamos a este escenario una probabilidad total del 6 por ciento (o del 10 por ciento con la victoria de Syriza).

Nuestras investigaciones reflejan que las probabilidades de que Syriza no logre formar coalición son nimias. Suponiendo un escenario muy negativo para el primer partido (que consiga el 28 por ciento de los votos, inferior a lo probable para el vencedor, y con todos los partidos alrededor del umbral con más del 3 por ciento de los votos), Syriza obtendría 124 escaños. Solamente le harían falta otros 27 para poder formar un Gobierno que "disfrute de la confianza del Parlamento".

Potami, posible tercer partido y potencial miembro de una coalición con el primero, podría colaborar con unos 20 escaños. Los siete restantes podrían obtenerse de cualquier partido que haya recibido al menos el 3 por ciento de los votos. Papandreou (Kinima), por ejemplo, ha dicho que estaría dispuesto a trabajar con Syriza si el partido de izquierdas se compromete a un programa de reforma estructural. La postura de Pasok es similar. Creemos que Syriza podría fácilmente llegar a un acuerdo con ellos.

Cara a cara en el Congreso entre Syriza y Nueva Democracia

Después de las elecciones, el nuevo presidente griego se elegirá por votación nominal en el congreso pero, para ello, el candidato presidencial necesita una mayoría parlamentaria de tres quintos. Syriza y Nueva Democracia se enfrentarán probablemente en este sentido, ya que a nadie le interesa alargar el nombramiento. A falta de acuerdo, se realizan dos votaciones más con un intervalo de cinco días entre sí. El ganador por mayoría absoluta de la última será el presidente. Aquí vemos pocos retrasos. Sin embargo, si Nueva Democracia decide desencadenar un huracán sobre las elecciones del candidato a la presidencia, Tsipras necesitará suficiente tiempo para obtener al menos la mayoría absoluta en el congreso. La ley electoral establece que los 300 escaños se asignan como resultado de las elecciones. Y, el partido con el mayor número de votos recibe 50 adicionales.

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