Economía

Roubini advierte de que el efecto de Podemos y Cataluña descarrilará la recuperación en España

Si a comienzos de semana, el Fondo Monetario Internacional colocaba a España a la cabeza de la eurozona, con una expansión del 2% este año, Nouriel Roubini, el conocido como 'Doctor Calamidad', se desmarca del consenso y estima que la economía de nuestro país tan sólo crecerá un uno por ciento este año y en 2016. Un jarro de agua fría que tiene un origen claro: el impacto de Podemos en el escenario político español.

"La recuperación podría descarrilar a mediados de este año dada la incertidumbre política primero de las elecciones locales y regionales de mayo y más tarde con las elecciones presidenciales de noviembre que podrían pasar factura tanto en la inversión como en el consumo", explica este economista en su último informe publicado el viernes. El incremento de la popularidad de Podemos, un partido de "extrema izquierda" según Roubini y su equipo, y el auge de los movimientos separatistas son los factores principales por los que Roubini Global Economics ha revisado a la baja su proyección de crecimiento para España este año.

Así, el PIB de nuestro país se expandiría sólo un uno por ciento este año, dos décimas menos de lo previsto anteriormente, y se quedaría estancado en dicho porcentaje en 2016. Una perspectiva que se distancia, y mucho, del consenso que sitúa a la economía española creciendo entre un 1,7 por ciento y un 2 por ciento durante los próximos dos años. "Pese al impulso cíclico, el saneamiento de España sigue siendo frágil y el país sigue dependiendo mucho de las condiciones económicas y financieras externas mientras el desapalancamiento supondrá una losa durante los año venideros", explica el profesor de la economía de Universidad de Nueva York

La pesimista visión de Roubini sobre el resto de la zona del euro también repercute en nuestro país, ya que el 55 por ciento de nuestras exportaciones se producen dentro del Viejo Continente. Mientras que el consumo e inversión privado se postulan como los pilares del crecimiento español en 2015, estas variables podrían "evaporarse" a mediados de año a medida que las elecciones se van acercando. "No esperamos un crecimiento por encima del uno por ciento dado el débil avance del núcleo europeo y la disfuncionabilidad de las dinámicas políticas tanto a nivel regional como nacional a las que se enfrenta España", señaló el presidente de la consultora RGE.

España, además, tendrá que comenzar de nuevo a abrocharse el cinturón para intentar cambiar la tendencia ascendente de su endeudamiento soberano, que según RGE se sitúa actualmente en el 140 por ciento del PIB si incluimos la deuda autonómica, una carga importante para la deuda nacional. Claro está que el análisis indicó que un cambio de gobierno que plante cara a la Comisión Europea a la hora de alcanzar el objetivo a largo plazo de un ratio de deuda respecto al PIB del 60 por ciento, podría complicar más aún el escenario base de nuestro país.

España ha avanzado en sus reformas estructurales, especialmente en el mercado laboral y el sector bancario, algo que le permitirá pisar el freno en su consolidación fiscal y absorber parte de su elevado desempleo. En este contexto la rentabilidad del bono a 10 años seguirá estando por debajo del italiano, aproximadamente 20 puntos básicos, mientras su spread con el bund alemán podría estrecharse aún más, gracias al BCE, terminando el año por debajo del 2 por ciento.

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