Alexis Tsipras calcula que con 12.000 millones podría subir el salario mínimo y dar 13 pagas a los pensionistas.
Syriza ha tenido que hacer algunas concesiones en campaña electoral. Si hace unos meses hablaba de una quita de la deuda, a una semana de la cita con las urnas el partido de Alexis Tsipras habla de una "moratoria para todos los países, con intereses nulos hasta que la ratio de deuda haya bajado hasta el 20 por ciento del PIB".
Otro de los fuegos que el partido número uno en las encuestas ha querido apagar en este último mes de reflexión es su posible salida del euro. "Somos contrarios a una depreciación monetaria que sería como aplicar un plan de austeridad", defendió esta semana el jefe económico del partido, Yannis Milliós, quien negó que estuviera a favor de un Grexit, el término acuñado para la eventual salida de Grecia. Así, sus propuestas están lejos de los esfuerzos que la troika les ha venido exigiendo como contraprestación al rescate. Para empezar Syriza ha prometido subir el salario mínimo hasta los 750 euros desde los 586 euros actuales así como dar una paga más -hasta las 13- a los pensionistas.
El bautizado como Programa Salónica incluye además un compendio de medidas de ayuda inmediata a los más pobres. Entre otras, Tsipras propone pagar -con 2.000 millones- la factura de la luz de 300.000 hogares. También aboga por aliviar el bolsillo de los insolventes. En este sentido, defiende posibilitar acuerdos extrajudiciales que permitan que cada deudor devuelva un máximo del 30 por ciento de sus ingresos, mientras que el resto quedaría congelado hasta que esté en condiciones de pagar. Con esta medida, según sus cálculos, Syriza obtendría 3.000 millones que, junto con 6.000 millones de evasión fiscal que pretende recuperar y otros 3.000 millones de fondos de estabilidad, financiarían el programa.
Mayoría absoluta
Los economistas señalan dos escenarios bien diferenciados. "Si Syriza gana por poco, se verá obligada a pactar y no podrá sacar adelante su programa económico", valora Fernando Méndez Ibisate, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. El problema, a su juicio, vendría si finalmente la formación de izquierdas consigue una mayoría absoluta ya que, en este caso, habría que conjugar si es posible una quita de la deuda sin salir del euro. "Ellos mismos no saben si pueden cumplir su programa y esto es lo que debería de castigar el votante , señala.
Para el catedrático de Economía José Andrés Fernández Cornejo, "la exigencia de Syriza sobre la deuda no es más que una postura inicial muy exagerada para empezar a negociar". Según este experto, esta estrategia es una manera de presionar a la troika para conseguir una nueva quita.
En esta línea, Diego Crescente, analista político de MAS Consulting, advierte de que "aunque lo más sencillo fuera efectuar una quita sobre el importe final, las perspectivas de un país incapaz de hacer frente a sus obligaciones no favorecería, precisamente, la obtención de mayor financiación en los mismos mercados a los que anteriormente has dejado de pagar".
Sobre una posible subida de los salarios o pensiones, Crescente cuestiona que vaya a servir para reactivar la economía. "Se asemeja a discutir sobre la presión a la que debe salir el agua de una manguera en lugar de darnos cuenta de que el problema es que no hay agua para apagar un fuego".