Las reformas implantadas por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto se han convertido en todo un ejemplo a seguir por el resto de Latinoamérica. Sin embargo, la corrupción en la segunda mayor economía de la región se postula como el principal escollo que entorpece que el país sienta el efecto del espíritu reformista del gobierno, según indicó la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Durante la presentación de su "Estudio Económico de México 2015", la institución puso de manifiesto que es necesario reforzar el cuerpo policial e implantar el peso de la ley para que la expansión continúe su escalada.
"La extendida percepción de corrupción, el débil gobierno administrativo y la enclenque aplicación de las regulaciones son serios problemas que frenan la inversión y promocionan la informalidad", indicó el estudio. Factores que ensombrecen el positivo efecto de las reformas, como la del sector de telecomunicaciones, del energético y el financiero, que, a ojos de la OCDE, podrían brindar un punto porcentual al crecimiento durante la próxima década. De momento, el Producto Interior Bruto crecerá este año un 3,9 por ciento, desde el 2,6 por ciento previsto para este año y tocará el 4,2 por ciento en 2016.
La OCDE dijo que uno de los retos que enfrenta el país es la profesionalización de sus fuerzas de seguridad en pleno azote de violencia que ha acaparado la atención internacional desde el pasado septiembre, tras la desaparición y posible asesinato de 43 estudiantes de magisterio. Un hecho que deja un sabor áun más amargo al Ejecutivo de Peña, que desde que tomase las riendas del país, a finales de 2012, acumula más de 30.000 víctimas fallecidas en actos de violencia. Pese que esta cifra es menor a la de su predecesor, la delincuencia organizada se ha extendido a otras zonas y ha diversificado sus actividades.
Este hecho está directamente ligado a otra de las principales lacras de una de las mayores economías latinoamericanas: la corrupción. "El grado de corrupción del sector público en estados mexicanos está causalmente vinculado al tamaño del sector informal, que a su vez tiene un fuerte efecto negativo en la productividad", señaló el informe. Debemos tener en cuenta que en la actualidad, seis de cada diez mexicanos trabaja en la economía sumergida y el país ocupa el puesto 103 de 175 en el índicador de percepción de corrupción elaborado por Transparencia Internacional el año pasado.
La OCDE opina que el Pacto por México es un paquete de reformas agresivo cuya finalidad es mejorar las condiciones económicas, impulsar el crecimiento y reducir la informalidad. Sin embargo, ahora que ya ha culminado el proceso legislativo, estas reformas deben ponerse en marcha plenamente, supervisarse de cerca, evaluarse con regularidad y de ser necesario, ajustarse de manera adecuada mientras "en ciertas áreas deberían plantearse reformas adicionales", recomendó la OCDE.
