Economía

Los riesgos políticos en Europa y la normalización de la Fed pesarán sobre la economía en 2015

Cerramos un 2014 con bastante optimismo en Wall Street, donde el Dow Jones y el S&P 500 han acumulado subidas del 8 y el 12 por ciento respectivamente. Todo ello en un año marcado por el fin de los estímulos de la Reserva Federal que puso el punto y final a su compra de bonos y activos el pasado octubre.

Esto no ha generado mayores escollos en la renta variable de EEUU, en un momento en que el país ha registrado su mayor creación de empleo de 1999 y crecía a un ritmo del 5 por ciento en el tercer trimestre. Un contexto envidiable, al que habría que añadir el efecto positivo de la caída en los precios del crudo, con el West Texas cayendo un 46 por ciento este año y el refortalecimiento del dólar, que ha registrado su mayor incremento desde 2005.

Los inversores esperan impacientes para conocer cuando Janet Yellen y los funcionarios de la Fed comenzarán a encarecer el precio del dinero. Algo que no debería ocurrir hasta mediados de 2015. La subida de tipos de interés podría tener un efecto negativo en el mercado de bonos, especialmente a nivel corporativo y en aquellos mercados emergentes que han emitido deuda en dólares estadounidenses

Fuera de EEUU, se perciben varios indicios de un crecimiento desacelerado: datos débiles de importación y exportación en China, numerosas bajas en la demanda mundial del petróleo junto con la creciente disminución de su precio, requisitos de garantía más estrictos por parte de China y una renovada angustia en torno a la política europea.

"Los contrastes entre EEUU. y el resto del mundo también se manifiestan en el escenario político", según explica Russ Koesterich, estratega jefe de Inversiones Globales de BlackRock. Es posible que, el próximo año, se vea caracterizado por una relativa inactividad política en EEUU.

"No obstante, ya antes de que empiece el 2015, hemos comenzado a ver cómo la política mundial resurge como factor impulsor clave de la inversión", advierte Koesterich al referirse a a las próximas elecciones de Grecia. "Ya se refleja en el precio de los activos la ansiedad en torno a las elecciones y a la posibilidad de que, en Grecia, asuma un nuevo gobierno menos comprometido con la reforma. Esto refleja la preocupación de los inversionistas respecto de que puedan hacerse sentir las consecuencias en la eurozona", añade.

Dicho esto, si bien la política europea representa un riesgo, la japonesa ofrece una oportunidad. Los resultados de las elecciones legislativas ofrecieron una clara mayoría al Partido Liberal Democrático (PLD), actualmente en el poder. En teoría, el resultado contundente del PLD ofrecerá al primer ministro Shinzo Abe el impulso político necesario para implementar más planes de acción a favor del crecimiento, lo que incluye recortar la tasa de impuestos corporativos al 20 por ciento, decretar reformas relacionadas con el mercado laboral y liberalizar los sectores energético y agrícola.

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