
Mientras el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha visto cómo el 80% del superávit de las cuentas públicas se ha agotado en tan sólo cinco meses y recibe toques de atención desde el Banco de España por el riesgo de caer en déficit este mismo año, su homóloga alemana se prepara para hacer todo lo contrario.
Pese a la desaceleración económica que sufre toda la UE y a que 2009 será un año de elecciones en Alemania, Angela Merkel presentará hoy sus planes presupuestarios para el próximo ejercicio, que pasan por mantener el objetivo de Berlín de equilibrar las cuentas públicas federales de aquí a 2011.
El ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbrück, será el encargado de presentar hoy a los medios de comunicación cómo la primera economía de Europa piensa no acumular más deudas en un plazo de tres años y contener el déficit público. De conseguirlo, sería la primera vez en 40 años que un Gobierno alemán lograría un pre- supuesto equilibrado, sin déficit. "En 2011 y 2012 habrá un cero en el balance final", aseguró el ministro socialdemócrata, quien además tiene la plena seguridad de que para ese año ni siquiera se necesitará generar ingresos a través de privatizaciones.
Aunque este objetivo de Merkel parece difícil a tenor del panorama económico actual, su Gobierno está convencido de tener la clave para conseguir el equilibrio en la balanza económica alemana. Las todavía recientes celebraciones del XX aniversario del selectivo de la Bolsa de Fráncfort -que sin embargo, se dejó al cierre un 0,64%- y los aceptables resultados de los últimos datos macroeconómicos, parecen colmar de optimismo al Ejecutivo de Angela Merkel que, contempla para los presupuestos del próximo año un volumen total de 288.000 millones de euros y un déficit de 10.500 millones, 1.400 millones de euros menos que este año.
Dudas por despejar
Pero habrá que ver cómo el Gobierno alemán mantiene su promesa de equilibrar las cuentas públicas de aquí a 2011 tras un año -2009- donde el gasto público repuntará debido a las elecciones generales y se verá el efecto en las arcas del Estado de los últimos recortes fiscales aprobados por Merkel. En su comparecencia de hoy, Steinbrück también debería desvelar más datos sobre la posible reducción de impuestos para el próximo ejercicio, a la que apuntó Angela Merkel el pasado lunes.
Mientras tanto, el panorama económico alemán parece respirar tranquilo. El apacible dato sobre la tasa de paro que se conoció ayer y la buena evolución económica que para este país auguran los expertos parecen matizar el pesimismo de una sociedad tan acostumbrada, últimamente, a datos negativos.
El número de desempleados en Alemania, según datos publicados ayer por la Agencia Federal de Empleo, disminuyó en junio un 0,3 por ciento hasta las 120.000 personas. Este dato sitúa la cifra de parados en este país en los 3,16 millones -el nivel más bajo de los últimos 16 años-, mientras que en la comparación anual se registró un descenso de 528.000 parados. La tasa de desempleo se redujo hasta situarse en el 7,5 por ciento, un punto menos que en junio del año pasado.
Un buen dato que viene a corroborar las últimas previsiones del Instituto de Estudios Económicos de Berlín (DIW) y por las cuales la economía alemana mantendrá este año su buen ritmo de crecimiento, pese a la elevada inflación y la debilidad coyuntural en Estados Unidos.
Según los expertos de este instituto, el Producto Interior Bruto (PIB) alemán experimentará un crecimiento del 2,7 por ciento hasta 2009. No obstante, los expertos también apuntan a que el crecimiento del país germano podría ser mayor si no fuera por la creciente inflación, que impide que el consumo interno alemán se recupere todo lo que debiera.