
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha declarado contrario a reducir la jornada laboral a 35 horas semanales, como propone Podemos, por considerar que supondría o seguir devaluando salarialmente las condiciones laborales de los trabajadores o elevar los costes del trabajo. Tampoco es partidario de introducir un contrato único de empleo, mientras que sí defiende la reforma de las pensiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fija la edad de jubilación en los 67 años. Además, Sánchez ha reconocido que no descarta un pacto de Gobierno con el PP.
Así lo ha señalado el líder de los socialistas en un desayuno informativo organizado por el Foro Cinco Días, en el que ha esbozado las líneas generales de sus propuestas económicas, con las que el PSOE pretende "construir un proyecto de izquierdas que atraiga al centro".
Las reformas que pide
El socialista ha abogado por revisar el Estatuto de los Trabajadores para amoldar la legislación laboral al siglo XXI y ha adelantado que ya ha puesto en marcha un grupo de trabajo para estudiar una modificación.
Tampoco es partidario de rebajar la jornada laboral a las 35 horas, en un contexto de devaluaciones salariales y salarios medios "pírricos", ni de implantar el contrato único.
En materia de pensiones, ha cargado contra la reforma del Gobierno, que establece un suelo del 0,25% para las revalorizaciones y un techo del IPC más 0,5%, ya que considera que "convierte en estructural una desigualdad que también se da" en las pensiones. En este punto, ha reivindicado la reforma del anterior gobierno socialista y ha explicado que aspira a que sigan aumentando las pensiones mínimas como, ha recalcado, ya ocurrió en la era Zapatero.
Por lo que se refiere a la edad de jubilación, ha subrayado que, al reivindicar la reforma del sistema que hizo el anterior Gobierno socialista, apoya el objetivo de los 67 años, fijado con carácter transitorio hasta 2027.
Subir sueldos
Entre sus propuestas figuran elevar salarios. En este punto, ha apelado al Banco Central Europeo (BCE) para que se implique en la devaluación exterior del euro para que esa devaluación no tenga que ser interna, vía salarios.
Además, sugiere cerrar un pacto de rentas, incentivar fiscalmente el emprendimiento, acometer políticas de reindustrialización, planficiar a largo plazo la política energética apostando por el ahorro y la eficiencia, y aprobar una reforma fiscal de fondo.
En ese sentido, apostó por reducir a la mitad el fraude fiscal, estimado en unos 60.000 millones anuales, en un plazo de cinco años. Sánchez aprovechó para lanzar un llamamiento a la "conciencia fiscal" de los grandes patrimonios y las grandes corporaciones, a las que advirtió de que "no puede haber responsabilidad social si no hay responsabilidad fiscal".
Izquierda transformadora
Según ha dicho Pedro Sánchez, el partido que lidera es "el partido de la izquierda transformadora, no conservadora", el "único gran partido" que puede ofrecer "el cambio que necesita el país". Sánchez ha subrayado que España pasa por un momento difícil que exige "políticos innovadores" que devuelvan la "creatividad" a la política.
El máximo dirigente del PSOE ha vuelto a reivindicar la necesidad de una "transición económica" en España, que dé paso a una "economía de la igualdad" que lleve la democracia a este sector. En este marco, ha abogado ha abogado por diversificar los motores de creación de empleo y de crecimiento y por la diversificación de las fuentes de financiación.