Comienza la cuenta atrás para la Cumbre Presidencial del Grupo de los 20 en Brisbane, Australia. En un momento en que la economía mundial corre el peligro de caer en una recuperación "mediocre", este foro internacional debe demostrar que su repercusión sigue siendo efectiva, como lo fueron cumbres anteriores en Washington, Londres y Pittsburgh. En esta ocasión, y bajo la presidencia australiana, existen razones enfrentadas que auguran tanto el éxito como el fracaso de una reunión global en la que hace falta mucha más cooperación, según el Council on Foreign Relations.
1. Estrategias de crecimiento
El comunicado final deberá presentar una hoja de ruta certera que muestre no sólo el compromiso sino la vía de cómo generar un crecimiento del 1,8 por ciento extra en el PIB mundial durante los próximos cinco años. Se necesitan detalles de cómo se llegará a alcanzar este objetivo, qué tipo de implantación regional requerirá y cómo se supervisará el proceso.
2. Inversión en infraestructura
Los países con superávits fiscales, como Alemania, deberían incrementar la inversión en infraestructuras, especialmente en el área pública. Una recomendación que ya dió el Fondo Monetario Internacional en su pasada reunión anual. Además, la atención no debe centrarse en la cantidad de proyectos que puedan ponerse en marcha sino en la calidad de los mismo y el apoyo que éstos darán al crecimiento a largo plazo. Es decir, hay que elegir los proyectos ?correctos? antes de dar luz verde a cualquier tipo de inversión.
3. Evasión fiscal
La lucha contra la evasión fiscal debe continuar siendo una prioridad del G-20. Una tarea pendiente es acabar con el secretismo bancario y hacer frente las triquiñuelas corporativas que permiten el depósito de beneficios a distintos paraísos fiscales. Todos los países del G-20 debería en la cumbre de Brisbane comprometerse a adoptar el intercambio automático de información fiscal.
4. Empleo
Estimular el mercado laboral es un componente crucial en el logro de un aumento en el crecimiento económico. No puede haber una solución única para todos los países pero se debe prestar atención a la integración en las dinámicas de trabajo a mujeres y jóvenes, entre otros colectivos. Las soluciones políticas deben reflejar esta diversidad, al mismo tiempo que proporciona incentivos, elimina escollos y mejora la capacidad para obtener un puesto de trabajo.
5. Esfuerzos para frenar la corrupción
La lucha contra la corrupción ha sido un objetivo permanente del G20. La cumbre Brisbane verá el establecimiento de un nuevo Plan de Acción en la Lucha contra la Corrupción para 2015-16. Un resultado importante de la Cumbre de Brisbane sería que el G20 adopte principios encaminados a tomar medidas enérgicas contra el mal uso de las estructuras empresariales y registros públicos.