Economía

La recta final de la era Obama pende del resultado de las legislativas en EEUU

  • Se eligen 36 senadores, 435 representantes y 36 gobernadores
  • 230 millones de estadounidenses están llamados hoy a las urnas

"Grupos como el Estado Islámico colaboran con los carteles de la droga mexicanos, que intenta expandir su negocio hasta el tráfico de personas y potencialmente el terrorismo", afirmaba Tom Cotton, candidato republicano al Senado por Arkansas en una de sus apariciones pública de campaña. "Mi preocupación es que en nuestra frontera desprotegida, la gente con ébola y otras enfermedades infecciosas pueden entra en el país sin ningún impedimento alguno", afirmaba su colega Scott Brown, aspirante a la Cáma Alta por el estado de New Hampshire.

"Tanto Obama como el secretario de Estado, John Kerry, consideran que el cambio climático es mucho más nocivo que el ébola o el Estado Islámico", se mofaba el congresista republicano por Texas, Louie Gohmert.

Bienvenidos al espectáculo circense de las elecciones legislativas de Estados Unidos, una carrera a las urnas donde durante la jornada de hoy casi 230 millones de ciudadanos elegirán a 36 senadores, 435 congresistas, 36 gobernadores y decenas de cargos ejecutivos estatales y locales.

Una jornada donde, además, temas peliagudos como la legalización de la marihuana serán protagonistas en Oregon, Alaska y en la propia capital del país, Washington D.C. Otros asuntos como el fracking o el matrimonio homosexual también se someterán al escrutinio del electorado en algunos de los 50 estados que dan forma a la mayor economía del mundo. Pero, en realidad, para algunos expertos el 4 de noviembre se convierte en referéndum sobre la gestión del presidente Barack Obama que, en estos momentos, pasa horas bajas en lo que a popularidad se refiere.

"Los acontecimientos nacionales e internacionales de las últimas semanas, como la lucha contra el Estado Islámico en Siria e Irak, la crisis del ébola que ha afectado a varios ciudadanos estadounidenses o las protestas en Missouri tras la muerte de dos jóvenes afroamericanos a manos de la policía han provocado una caída de la imagen del presidente Barack Obama hasta niveles mínimos desde que llegó a la Casa Blanca" aseguran Inés Royo Oyaga y Daniel Ureña desde The Hispanic Council, un think tank con presencia en Madrid y Washington. Según la última encuesta de CBS News, sólo el 39 por ciento de los estadounidenses aprueban el papel del demócrata al frente de EEUU. La media de todos los sondeos que realiza la consultora Real Clear Politics sitúa este porcentaje en el 41,8 por ciento.

Incluso los conocidos como Millenials, la juventud entre 18 y 29 años que aupó a Obama en ambas carreras presidenciales se distancia del partido demócrata para favorecer a los republicanos, según el Instituto de Política de Harvard. En estos momentos el 51 por ciento de los mismos apoya al partido conservador frente al 47 por ciento que apoya al partido del inquilino de la Casa Blanca.

Pero, ¿cómo podría el electorado revelarse contra su presidente?. La respuesta es sencilla, concediendo el control del Senado a los republicanos. En estos momentos, la oposición tiene previsto conservar su mayoría en la Cámara de Representantes y arañar seis escaños más de los 45 que en estos momentos mantiene en la Cámara Alta. De ahí que las conocidas como midterms esten centradas este año en los 33 escaños más las 3 elecciones especiales que decidirán la composición del Senado.

"Un Senado republicano haría la vida aún más difícil para el presidente", reconoce Thomas E. Mann, miembro de la Brookings Institution, un think tank con sede en Washington. "Se puede esperar un menor número de confirmaciones en los nombramientos a puestos judiciales y ejecutivos, un mayor asedio hostil del Congreso a la administración Obama, más obstáculos a la hora de aplicar de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) o la reforma financiera Dodd-Frank... El presidente se verá obligado a usar su poder de veto más a menudo", indica.

Pero, aunque en estos momentos todo indica a que el Capitolio acabará en manos republicanas, el resultado definitivo de las elecciones del martes podría retrasarse hasta comienzos del año que viene. Estados como Louisiana podrían tener que celebrar una reelección, algo que también podría ocurrir en Georgia. En otros, como Alaska, el recuento de votos podría durar varios días y no se descartan recuentos dado que algunos resultados se prometen ajustados.

"Lo que hace que la situación de los demócratas tan precaria es que los republicanos cuentan con una ventaja en intención de voto de más de tres puntos en otros cinco estados, gobernados actualmente por demócratas: Arkansas, Louisiana, Montana, Dakota del Sur, y West Virginia", pone de manifiesto Larry J. Sabato, director del Centro Político de la Universidad de Virginia. Alaska y Colorado, también en manos demócratas, prometen un cambio a favor de los republicanos.

De los seis escaños necesarios que los republicanos necesitan para tomar la Cámara Alta, Montana, West Virginia y Dakota del Sur están garantizados y otros como Carolina del Norte, Arkansas, Louisiana y Alaska se prometen también como favoritos. Dicho esto, los demócratas podrían mantener su mayoría en el Senado si Michelle Nunn, quien se ha distanciado de Obama, consigue arrebatar dicho escaño a los republicanos. Una victoria independiente en Kansas, donde el candidato independiente, Greg Orman, está empaado con el senador republicano Pat Roberts, podría ser de gran ayuda, al igual que una segunda vuelta en Louisiana, si ninguno de los candidatos consigue más del 50 por ciento de los votos necesarios.

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