El todavía no ha confirmado oficialmente que se presenta a la reelección, aunque lo hará en breve, pero aún sin hacerlo, Juan Rosell tiene ya el respaldo mayoritario de las organizaciones territoriales y sectoriales de CEOE, además de el voto de las grandes empresas, para continuar cuatro años al frente de la patronal española.
Sólo contabilizando los votos en la Asamblea General de las organizaciones que se han pronunciado abiertamente, Rosell contaría ahora mismo con más de 225 votos, frente al centenar de una hipotética oposición, liderada por las patronales del metal y construcción, Confemetal y CNC. Y eso contando conque al final la indecisa Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) aportara su 15 votos a este movimiento opositor. Arturo Fernández deja la CEOE.
Entre los que han confirmado, en público o en privado, su apoyo al actual presidente están la patronal de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, de Jesús Terciado, que cuenta con 83 votos en la Asamblea, las asociaciones empresariales de Madrid y Cataluña, CEIM y Foment del Treball, con 45 votos cada una, y la mayoría de las territoriales, entre ellas Cantabria, Castilla-La Mancha y Aragón.
También es mayoritario el respaldo a Rosell entre las organizaciones sectoriales, y de ellas se han pronunciado ya la Asociación Española de Banca (AEB), las del Automóvil Anfac y Faconauto, la química Feique. Todos ellos avalan la labor de reestructuración que ha emprendido el Presidente en la organización empresarial y están convencidos de que debe terminarla.
Mientras, en el bando de la oposición, en el que se agrupa una parte de la vieja guardia de José María Cuevas, que ya boicotearon a Gerardo Díaz Ferrán, y muchos de ellos defenestrados por Rosell en la renovación y saneamiento que está acometiendo de la patronal. Un grupo junto al que se han aglutinado algunos descontentos, como los citados de Confemetal y CNC, además de nombres propios como los de José María López Bourio o Juan Pablo Lázaro.
El primero es presidente de Agestic, la asociación gallega de empresarios de tecnologías de la información comunicación, y directivo Ametic. Mientras que el segundo es el vicepresidente primero de la patronal madrileña CEIM, que no tiene buena sintonía personal con Rosell. Precisamente, este es el motivo por el que, son muchos los dirigentes empresariales que interpretan que Arturo Fernández seguirá representado a CEIM en los órganos de gobierno de CEOE hasta las elecciones de diciembre.
Dudosa es la adscripción al colectivo opositor de FIAB, y Confebask, aunque la patronal vasca está en vísperas de un proceso electoral en el que se da por segura la salida de su actual presidente, Miguel Ángel Lujua.
Con todo, el principal problema de la oposición a Juan Rosell es encontrar a un líder. La presidenta de la patronal de seguros Unespa, Pilar González de Frutos, ya les dio calabazas antes del verano, y desde entonces no han encontrado todavía la persona que quiera enfrentarse en las elecciones a Rosell, sobre todo porque, salvo sorpresa inesperada y con mayúsculas, sería una candidatura que nacería con todas las papeletas de perder, y nadie a estas alturas quiere cargar con el estigma del fracaso.
La CEOE investiga sus tarjetas
