
"Cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería, aparentemente con su propia identidad, pueda acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar desde el inicio de su conducta a nadie". Se lo preguntaba la magistrada titular del juzgado de instrucción número 24 de Madrid, tras acordar la libertad provisional para el jóven impostor Francisco Nicolás G. I.
El acusado de estafa, usurpación de función pública y falsedad se quejaba durante el juicio del largo interrogatorio al que había sido sometido. "¿Cómo no voy a estar delirando si me han estado interrogando durante nueve horas?", aseguró ante la jueza, según recoge El Mundo.
La sala también le instó a reconducir su vida y acabar sus estudios, ante lo que Francisco Nicolás alegó que no podía volver a la facultad. "No me van a dejar en paz, es que soy trending topic", aseguraba.
Involucrado en el Caso Noos
Asimismo, el joven farsante, que se hacía pasar por dirigente del PP o de otras instituciones gubernamentales para hacer contactos, explicó que se había involucrado en el 'Caso Noos'. "Me vi con Manos Limpias para que rebajara la petición de pena al señor Urdangarín", provocando la sorpresa de los asistentes.
Uno de los aspectos que no fue capaz de explicar el joven es el motivo por el que vive con su abuela en lugar de con sus padres.
En cuanto al método utilizado para sus falsificaciones, Francisco Nicolás explicó que realizaba pantallazos de la página web de Presidencia del Gobierno, para después hacer montajes para llevar a cabo sus timos.
En cuanto al dinero, lo usó para pagar deudas contraídas alquilando coches de alta gama y comiendo en restaurantes caros, según explicó el propio explicado.