Arturo Fernández insiste en que no va a dimitir y adelantará las elecciones

Madrid, 14 oct (EFE).- El presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, ha asegurado hoy que no va a dimitir de sus cargos tras conocerse que efectuó gastos por 37.326,57 euros con una tarjeta opaca en su etapa como consejero de Caja Madrid y que adelantará las elecciones en la patronal madrileña.

Fernández, que también es vicepresidente de la patronal CEOE, se ha pronunciado así antes de las reuniones que hoy tiene previsto mantener con los vicepresidentes de la patronal madrileña CEIM, el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la formación para recabar su apoyo.

El presidente de CEIM avanzó ayer que pediría hoy el "voto de confianza" de los empresarios en estas reuniones para rematar sus proyectos en marcha y convocar más tarde elecciones anticipadas en la organización, a las que no se presentará.

El vicepresidente de Educación de CEIM, Jesús Núñez, ha indicado que "todos" los vicepresidentes de la patronal han apoyado a Fernández en la reunión de esta mañana, tras pedir este su respaldo; y que le han pedido que continúe al frente de la organización.

Por la tarde, Fernández se reunirá con el Comité Ejecutivo y posteriormente con la Junta Directiva de CEIM para recibir su apoyo.

El objetivo de Fernández es, según él mismo ha dicho hoy, es dejar cerrados sus grandes proyectos del mandado -fue reelegido presidente de CEIM en marzo- y convocar elecciones anticipadas -para las que no ha concretado fecha- en la patronal madrileña tras las que prevé celebrar la CEOE, en diciembre.

Preguntado por el caso de las tarjetas opacas empleadas por consejeros y directivos de Caja Madrid, que investiga actualmente un juez y ha motivado la imputación de varios directivos, Fernández ha reconocido que este caso es un "escándalo", pero ha matizado que el uso de estas tarjetas no es "delito".

A las puertas de la sede de CEIM en Madrid se han concentrado esta mañana una quincena de preferentistas de Caja Madrid y Bankia que han gritado "ladrones" a las personas que salían de la sede y han pedido a gritos la dimisión de Fernández.