La sucesión de malos datos macro en las últimas semanas ha acabado por forzar a Berlín a revisar a la baja sus expectativas de crecimiento para este año y el siguiente, que pasan a situarse en el 1,2% y el 1,3% respectivamente, frente a la anterior estimación del 1,8% en 2014 y el 2% en 2015, como consecuencia de las tensiones geopolíticas y la desaceleración del crecimiento mundial. Desplome de la producción industrial.
"La economía alemana navega en aguas turbulentas por las tensiones geopolíticas", reconoció en rueda de prensa en Berlín el ministro de Economía y Energía de Alemania, Sigmar Gabriel.
Asimismo, Gabriel expresó la preocupación de Alemania por la creciente incertidumbre y la moderación del crecimiento de la economía global, mientras la fortaleza del mercado interno permanece "intacta" sobre un robusto mercado laboral que impulsa el gasto de los hogares.
En este sentido, el cuadro macroeconómico de otoño del Gobierno germano contempla un crecimiento de las exportaciones del 3,4% este año y del 4,1% el próximo, mientras que "la robusta demanda doméstica" provocará un mayor aumento de las importaciones, que crecerán un 4% en 2014 y un 5,5% en 2015, por lo que la contribución neta de la balanza comercial será ligeramente negativa en ambos ejercicios (-0,1% en 2014 y -0,3% en 2015
"La fuerza central que impulsa las dinámicas económicas a nivel doméstico es el buen estado del mercado laboral", añadió Gabriel. De este modo, el Gobierno germano espera que la economía genere 325.000 empleos este año y otros 170.000 en 2015.
Como consecuencia de la buena salud del mercado laboral alemán, Berlín considera que existe margen para "subidas ordinarias de salarios", que calcula en un alza del 2,6% en 2014 y del 2,7% el próximo año, lo que acelerará el aumento de los ingresos disponibles para los hogares en un 2,2% en 2014 y un 2,9% en 2015, frente al incremento del 1,8% de 2013.
"Para el crecimiento a largo plazo y la prosperidad la inversión juega un papel clave y Alemania debe invertir en sus infraestructuras y mejorar el entorno para la inversión privada", apuntó el ministro alemán.
Merkel: la escena ha cambiado
La reacción de la canciller alemana, Angela Merkel, no se ha hecho esperar al asegurar que su gobierno mantendrá el curso de austeridad pese a la revisión de los pronósticos. Merkel explicó que la situación es distinta a la de 2007 y que el crecimiento y la austeridad no se excluyen sino que se complementan.
Además, según la canciller, es necesario cumplir los compromisos de estabilidad y dijo que si Alemania se desvía de ello, podría llevar a otros países europeos a hacer lo mismo.
En esta misma línea se ha pronunciado el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, que espera que esta situación sea temporal y cree que aún es posible mantener las metas de presupuesto.
"A una tasa de crecimiento de un 1,2% y un 1,3%, no es particularmente maravilloso y la reducción de los pronósticos en comparación a lo que habíamos anunciado no es complaciente, pero no es motivo para empezar a hablar sobre una crisis", indicó Schaeuble.