El comité ejecutivo de la patronal madrileña (CEIM) ha convocado para mañana una reunión de urgencia en la que, previsiblemente, se abordará la dimisión de su actual presidente, Arturo Fernández. El empresario está salpicado por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid.
La reunión está convocada para las 9:00 horas de mañana martes en la sede de la patronal en Madrid, y la urgencia de la misma obedece a la intención Juan Rosell de evitar que el asunto de Arturo Fernández estalle en la Junta Directiva ordinaria que CEOE celebrará el miércoles día 15 y a la que ha confirmado su asistencia el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
En la dirección de la patronal quieren anticiparse así a las peticiones de dimisión y de aplicación del Código Ético al todavía presidente de CEIM, que se estaban preparando para la junta ordinaria del miércoles. Peticiones que estaban tomando cuerpo entre altos dirigentes empresariales tanto por el escándalo de la utilización de las tarjetas negras de Caja Madrid, como por la declaración de insolvencia de parte de su grupo empresarial Cantoblanco.
Arturo Fernández disfrutó de la tarjeta opaca de Caja Madrid entre 2010 y 2012, años en los que gastó 37.300 euros, que afirma ya ha devuelto y ha puesto en conocimiento de la Administración Tributaria.
Por otra parte, el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid declaró en concurso de acreedores al Grupo Cantoblanco Catering Service, vinculada al empresario Arturo Fernández, presidente de la CEIM, con lo que eleva a 12 las empresas de Fernández que se encuentran en estado de concurso o preconcurso.
El Código Ético de CEOE, que impulsó el propio Juan Rosell, señala textualmente que "todos los afectados por este Código deben evitar cualquier conducta que, aún sin violar la ley, pueda perjudicar la reputación de la CEOE y afectar de forma negativa a sus intereses".
Las fuentes de CEOE consultadas por el elEconomista mostraban su convencimiento de que, salvo sorpresas, Arturo Fernández aceptará la petición de dimisión para evitar que en la Junta Directiva del miércoles "estalle la polémica y para evitar que la visita de Montoro se produzca en un ambiente enrarecido y de enfrentamiento" entre los dirigentes de la patronal.