
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció que Galicia será en 2015 la autonomía con "la mayor ayuda a la natalidad" de España. Su nuevo paquete de medidas está dirigido a las familias con las rentas bajas que apuesten por tener más de un hijo.
Los que tengan rentas inferiores a 22.000 euros se beneficiarán de una deducción por segundo hijo de 100 euros al mes durante tres años (3.600 euros en total), cantidad que se doblará a partir del tercer descendiente (7.200 euros en total en tres ejercicios).
Igualmente se mejorará el límite deducible por cuidado de menores a las familias con dos o más hijos, de 400 a 600 euros. Además, para estas familias se incrementará del 10 al 20 por ciento la rebaja fiscal para jóvenes por alquiler de vivienda, duplicando el límite deducible hasta los 600 euros.
Asimismo, en 2015 funcionarán 15 casas-nido en las provincias de Lugo y Ourense, las más afectadas por la crisis demográfica; y en los dos años que quedan de legislatura se crearán más de 2.000 plazas públicas en escuelas infantiles.
Estas medidas, que serán incluidas en los Presupuestos del próximo ejercicio, fueron avanzadas durante la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Autonomía.
Otro incentivo fiscal, en este caso para promover la innovación, será incluir en los Presupuestos una deducción del 25 por ciento de las cantidades que se donen a centros de investigación de universidades, así como a los promovidos o participados por la Xunta.
El desempleo también tuvo respuesta por parte de Feijóo en forma de dos nuevos anuncios. Un Plan de Empleo Juvenil con una inyección de 48 millones y otro para los parados mayores de 45 años.
Cataluña y modelo de Estado
También abordó Feijóo el modelo de Estado y la aspiración soberanista de Cataluña. Señaló que cualquier desafío al sistema autonómico es una renuncia a la pluralidad que supuestamente afirman defender y añadió que también supone un "ultraje" para el autogobierno gallego.
Recordó que la Constitución ofrece margen "suficiente" para satisfacer las demandas "razonables", por lo que se mostró abierto a explorar nuevas vías para evolucionar en la arquitectura institucional. No obstante, advirtió de que "el diálogo carece de sentido si no parte del cumplimiento de la ley y no está orientado al acuerdo".