Economía

Previsiones para todos los gustos sobre el futuro de EEUU: ¿se aleja la tormenta?

Desde que vimos saltar por los aires el mercado de las hipotecas de alto riesgo a finales del verano pasado, la predicción de una posible recesión en la economía estadounidense ha estado a la orden del día. Llevamos meses desayunando con informes de Goldman Sachs o Merrill Lynch dando por sentado que la hecatombe de la primera economía mundial ya es una realidad, mientras buena parte de los economistas han puesto de manifiesto distintas hipótesis. Sin embargo, el crecimiento norteamericano sigue sin morder el polvo y hay quien apunta que esta continua amenaza se ha convertido en la fábula de Pedro y el lobo.

Es cierto que la palabra " recesión " truena en la cabeza de los ciudadanos norteamericanos, que lidian con una serie de factores adversos como los impagos de las hipotecas o el descomunal coste de la gasolina y los alimentos. También ha echado a temblar al sector financiero, cuya sangría de pérdidas relacionadas con la crisis de crédito sobrepasa los 389.000 millones de dólares (253.370 millones de euros).

Incluso en Google (GOOG.NQ), dicho término cuenta con más de 50.000 entradas diarias. Aún así, el boca a boca se ha empeñado en poner a la economía estadounidense en la unidad de cuidados intensivos antes de tiempo y, aunque existen síntomas evidentes de preocupación, el crecimiento del país todavía no se encuentra en estado comatoso.

La opinión de los expertos

Para gustos los colores, y a día de hoy hay opiniones para todos los gustos. Edward Prescott, premio Nobel y consejero de la Reserva Federal de Minneapolis, descarta que las cuentas norteamericanas hayan caído ya en el precipicio. "¿Hay recesión en Estados Unidos?, mi respuesta es no", afirma con total rotundidad. De hecho, la última encuesta realizada por Blue Chip Economic Indicators entre 48 economistas afirma que el 53,5 de los entrevistados descarta la entrada de EEUU en una recesión en 2008.

Esta cifra crece considerablemente frente a las previsiones anteriores, cuando sólo el 40 por ciento de los expertos salvaba al país de la quema. En otro estudio realizado por Bloomberg entre 61 economistas, las probabilidades se encuentran completamente empatadas.

Tras el tropiezo del crecimiento económico durante el cuarto trimestre del año pasado, cuando el ritmo se situó por debajo del 1 por ciento, se puso de moda afirmar que EEUU entraría en recesión durante los dos primeros trimestres de 2008. Según los últimos datos del Gobierno, el PIB del primer trimestre de 2008 creció a un ritmo anual del 0,9 por ciento y no del 0,6 por ciento como se calculó en un inicio. En la segunda revisión del PIB, el aún más favorable comportamiento de la balanza comercial y las inversiones de las empresas ayudaron a levantar el que, no obstante, se califica de anémico crecimiento.

Desde el mercado de predicciones Intrade apuntan que la probabilidad de que la economía del país registre un crecimiento negativo en 2008 es sólo del 24 por ciento.

La otra cara del paro

Sin embargo, uno de los últimos sustos que han avisado de la posible llegada del lobo han sido los datos más recientes de paro, que durante el mes de mayo alcanzó el 5,5 por ciento, cuando se destruyó 49.000 puestos de trabajo . Para Nigel Gault, economista jefe de Global Insight, detrás de estos datos suponen una de cal y otra de arena. "La destrucción de empleo ha sido menor de la prevista. sin embargo, la tasa de paro ha sido todo un shock", dijo. Eso sí, la tendencia de empleo seguirá creciendo".

Si echamos la vista atrás a otros descalabros de la economía norteamericana se puede deducir que, de momento, los datos macroeconómicos no dan señales latentes que indiquen que el país ya se encuentra en crecimiento negativo. La media de crecimiento económico experimentado por EEUU durante todas las recesiones vividas tras la Segunda Guerra Mundial se sitúa en un balance negativo del 0.9 por ciento. La peor recesión de la era moderna, vivida en 1980, presentó un crecimiento anual negativo del 3.4 por ciento.

En lo que al consumo se refiere, parece que los números tampoco desentonan demasiado. El consumo anual real tras toda recesión despues de la Segunda Guerra Mundial se ha situado en una media del 0,2 por ciento. Durante los primeros seis meses de 2008 esta cifra se ha situado en el 0,8 por ciento que, por supuesto no es el mejor número hasta ahora, pero al fin y al cabo es cuatro veces más que el registrado en una recesión típica de la era moderna.

Largo período de bajo crecimiento

De hecho, Alan Greenspan aseguraba hace un par de semanas que Estados Unidos ya ha superado la reciente crisis económica o está a punto de hacerlo, con lo que es improbable que el país entre en una recesión severa. Por su parte, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, auguró el pasado sábado, durante la cumbre del G-8, un 'largo período de bajo crecimiento' para la economía mundial, pese a los buenos datos macroeconómicos del primer trimestre.

Pese a que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EE.UU. creció en mayo un 0,6 por ciento, como consecuencia del fuerte alza del precio de los combustibles, las venta totales de los minoristas de EE.UU subieron un 1,0 por ciento en mayo, debido a que muchos consumidores tenían más dinero para gastar tras recibir el cheque del Gobierno para incentivar el consumo.

Con este panorama, lo importante ahora es determinar que pasará con el mercado inmobiliario del país, que todavía no parece haber tocado fondo. Los precios siguen experimentando un salto al vacio y han descendido a su nivel más rápido de las últimas dos décadas durante el primer trimestre de 2008.

El índice de precios inmobiliarios Standard & Poor´s/Case-Shiller indicó que su ranking nacional sobre el coste de la vivienda cayó durante los tres primeros meses de este año hasta el 14.1 por ciento si se compara con el año anterior. Esta bajada supone la mayor registrada por el índice desde 1998.

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