
Congelación salarial a cambio de devolver una parte de la paga extra suprimida en 2012. Esa es la propuesta que tiene previsto ofrecer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a los sindicatos CSI-F, UGT y CCOO, los mayoritarios entre los empleados públicos, durante la reunión que mantendrán hoy en el Ministerio.
Responsables del Departamento que dirige Cristóbal Montoro han confirmado a elEconomista que "estamos hablando de unos Presupuestos para el año próximo que no son expansivos y, por tanto, no parece lógico introducir subidas salariales en la Administración".
Este argumento, junto con el crecimiento cero de la inflación durante el año y la caída en 9.000 millones de la recaudación fiscal, son las razones que el ministro dará a los sindicatos para justificar la congelación por quinto año consecutivo del salario de los funcionarios.
La extra de 2012
Sí aseguran que la intención del Gobierno es ir mejorando "poco a poco" la situación económica de los funcionarios, para lo cual se tiene previsto devolver durante el primer semestre del año y en metálico una parte, muy probablemente la mitad, de la paga extraordinaria de Navidad suprimida en 2012.
La totalidad "no puede ser porque supondría un desembolso de 5.000 millones de euros", explican en Hacienda, al tiempo que recuerdan que "el ministro ya ha indicado que es más rápido devolver el poder adquisitivo a la sociedad mediante la reforma fiscal que a través de los presupuestos".
También confirman en Hacienda, como se adelantó el pasado viernes, que además de los salarios se va a mantener la congelación de la oferta pública de empleo para el próximo ejercicio. "No habrá recortes de plantilla porque ya se han reducido 400.000 funcionarios en dos años, pero sólo se van a cubrir las reposiciones" priorizando los servicios esenciales, como sanidad, educación y cuerpos de seguridad del Estado.
Aunque los sindicatos no están de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo ni tampoco con las formas, desde CSI-F se reconocen "gestos" por parte del Gobierno para mejorar las condiciones laborales de los empleados públicos, como la devolución de dos de los días de asuntos particulares de los tres suprimidos en julio de 2012.
Sin embargo desde este sindicato no se quieren negociar avances puntuales, sino negociar una "hoja de ruta" en la que se paute la recuperación del 30% del poder adquisitivo que de media han perdido los empleados públicos durante las crisis.