París, 20 sep (EFE).- El mercado inmobiliario español del lujo se mostró resistente durante la crisis, con un ajuste menor al del residencial normal y mantiene buena salud, según concluyó hoy en el primer Salón Inmobiliario y del Turismo Español en París (SITEP), inaugurado este viernes y que se clausura mañana.
"El residencial de lujo tiene siempre un papel marginal en la crisis porque su papel es marginal en el mercado. Se limita a sufrir por imitación una reducción, porque la demanda es menor, pero se rige por valores diferentes", indicó a EFE Javier Palomino, empleado de una institución bancaria española.
La clientela no falta en un rango en el que los precios no bajan del millón de euros, y que, en su opinión, no deja de crecer.
Desde 2007 ha experimentado una reducción media de entre el 30 y el 35 por ciento, frente a porcentajes que pueden duplicarse en valores inferiores, pero sus protagonistas no parecen esperar mayores reducciones.
Alemanes e ingleses, según sus cifras, encabezan el listado de compradores extranjeros en el mercado de alta gama, seguido de los escandinavos, especialmente en la Costa del Sol, y los rusos, que empiezan a cobrar importancia.
La evolución del sector, destaca Palomino, depende de muchas variables: "Si la tensión con Rusia sigue, si las sanciones económicas se endurecen y el tráfico comercial se enrarece, va a ser complicado para ellos comprar aquí, porque va a haber más controles bancarios".
No se da por sentado que esa supuesta bajada, asegura, pueda llegar a compensarse con la clientela china, "porque su poder adquisitivo es menor que el ruso por el momento".
Relacionados
- La rehabilitación de la planta hotelera obsoleta, una salida interesante para el sector inmobiliario
- Fitch cree que el sector inmobiliario español "comienza a ver la luz al final del túnel"
- Economía/Vivienda.- Fitch cree que el sector inmobiliario español "comienza a ver la luz al final del túnel"
- KKR irrumpe en el sector inmobiliario con compras en Madrid y Zamora
- El sector servicios de China se recupera, pero el inmobiliario preocupa