
El Estado acumuló en los siete primeros meses del año un déficit de 32.050 millones de euros, equivalentes al 3,08% del PIB. La cifra supone un 13% menos respecto al dato registrado en el mismo periodo de 2013 (3,60% del PIB). Así las cosas, aún se mantiene alejado del objetivo para el conjunto del ejercicio, fijado en el 3,5%.
El resultado del déficit registrado hasta julio se debe a unos ingresos que alcanzaron los 70.468 millones de euros (+3%) y unos gastos de 102.518 millones de euros, un 2,6% menos.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos cuando realmente se producen, el déficit del Estado se situó en 27.537 millones de euros, el 2,65% del PIB.
La recaudación total hasta julio ascendió a 115.825 millones, frente a 107.957 millones en 2013, lo que supone un incremento del 7,3%. De este importe, 42.546 millones corresponden a ingresos cedidos a las comunidades territoriales por su participación en los impuestos estatales, un 5,7% más.
Los ingresos impositivos totales crecieron un 3,8% impulsados por los aumentos del IRPF y del IVA en un 5,3% y un 10,2%, respectivamente. El resto de ingresos no financieros creció un 33,4%, con una recaudación total del 16.812 millones. Los ingresos totales no financieros recogen los resultados de las liquidaciones definitivas de ambos años realizadas en el mes de julio.
La recaudación total por impuestos directos y cotizaciones sociales, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales, sumó 50.288 millones, prácticamente el mismo importe que en 2013. De su lado, los ingresos totales por impuestos indirectos ascendieron a 48.725 millones, un 8,2% más.
El IPRF sube un 5,3%
En concreto, la recaudación del IRPF fue de 45.936 millones, un 5,3% más que un año antes debido, principalmente, al aumento de las retenciones del trabajo en un 4,5%, influido por la mejora del empleo y del tipo medio de retención, así como por el efecto del pago de la extra a los empleados públicos, entre otras cosas. Al aumento del IRPF también contribuyeron los pagos fraccionados de profesionales y empresarios individuales y el gravamen sobre premios de determinadas loterías, que aumentaron en 95 y 201 millones, respectivamente.
Por el contrario, las retenciones del capital registraron conjuntamente una caída del 6,6%, si se excluyen las de deuda pública. Los ingresos de la campaña de renta fueron de 4.350 millones y las devoluciones de 8.292 millones, importes inferiores en un 0,8% en ambos conceptos a los de la campaña anterior. En términos homogéneos, los ingresos del IRPF aumentaron el 4,5%.
Por su parte, el Impuesto sobre Sociedades sumó 2.068 millones, un 49,6% menos por el aumento de las devoluciones (+18% las de oficio), y por el ingreso en 2013 del gravamen sobre revalorización de activos que ascendió a 231 millones. Por el contrario, los pagos fraccionados, con una cifra de 4.433 millones, aumentaron un 13,9% por el crecimiento de los grupos consolidados y de las grandes empresas. En términos homogéneos, la recaudación hasta julio creció un 1,9%.
Sube el IVA un 10,2%
La recaudación del IVA sumó 35.776 millones y se incrementó en un 10,2% respecto a un año antes, aunque en términos homogéneos, corregido el distinto ritmo de ejecución de las devoluciones en ambos años, el IVA creció el 6,9%.
La recaudación por Impuestos Especiales, por su parte, ascendió a 11.286 millones, con un aumento del 2,5%, por la subida del Impuesto sobre Hidrocarburos en un 3,3% y pese a la caída del Impuesto sobre Labores del Tabaco en un 1,2%.
El Impuesto sobre la Electricidad bajó un 2,4% por el ajuste en los precios por la entrada en vigor de las nuevas tarifas eléctricas, al descenso del consumo y a la exención del 85% a los sectores consumidores intensivos de electricidad. El impacto ha sido de una menor recaudación de 17 millones.
Bajan los pagos
Por el lado de los gastos, los pagos no financieros efectuados por el Estado se situaron en 100.816 millones de euros, un 2,6% menos. En este resultado ha influido el descenso de las transferencias corrientes, compensada en parte por los mayores gastos financieros y de transferencias de capital.
Así, los gastos financieros ascendieron a 23.620 millones, un 7,8% más, mientras que las transferencias de capital acumularon 4.313 millones, un 72,3% más. En cambio, cayeron los gastos corrientes en bienes y servicios (-3,2%), las transferencias corrientes (-8,3%) y las inversiones reales (-31,3%).
De su lado, los gastos de personal crecieron un 1,3% y se situaron en 9.260 millones de euros, con un descenso del 3,6% de las cotizaciones sociales y del 5,3% en los gastos sociales a cargo del empleador, mientras que los sueldos y salarios crecieron un 2,2%.
Déficit de la Seguridad Social
Por su parte, las cuentas de la Seguridad Social arrojaron un déficit de 2.201,2 millones de euros al cierre de julio, frente al superávit de 4.208,5 millones de euros registrado en los siete primeros meses de 2013, según ha informado este viernes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Empleo precisa que este saldo negativo del sistema se explica por el hecho de que las transferencias del Estado (13.000,48 millones de euros en el Presupuesto de 2014) ya no se concentran, como en ejercicios anteriores, en los primeros meses del año, sino que están programadas para su reparto homogéneo a lo largo del ejercicio.
De hecho, hasta julio del año pasado las aportaciones a la Seguridad Social por parte del Estado alcanzaban el 89,09% del total de los recursos previstos en el Presupuesto, mientras que este año, en el mismo periodo, suponen el 77,76%, es decir, 11,3 puntos menos.