Economía

Un nuevo impuesto sobre la propiedad desata la ira ciudadana en Grecia

  • El Ministerio de Finanzas espera recaudar 2.650 millones en seis cuotas

Viviendas nuevas y viejas, construcciones inacabadas o vacías que nunca dispusieron de suministro eléctrico, e incluso superficies agrícolas y pastos: el nuevo impuesto sobre la propiedad y bienes inmuebles (llamado "Énfia") que acaba de imponer el gobierno griego incluye en la tributación casi cada tipo de propiedad, con pocas excepciones.

Las primeras notificaciones que acaban de salir han causado un auténtico choque a 6,4 millones de propietarios en todo el país, que se enfrentan a un impuesto que se suponía que iba a corregir las irregularidades del antiguo impuesto sobre la propiedad; sin embargo, los errores y las distorsiones del Énfia han llevado al gobierno de Antonis Samarás a una situación de tener que explicar lo inexplicable.

El Énfia (Impuesto Uniforme de Bienes Inmuebles) sustituye al extraordinario impuesto sobre la propiedad que impuso el gobierno de Pasók en 2012, y que hasta la actualidad se recauda a través de la factura de la luz.

El actual vicepresidente del Gobierno heleno, Evángelos Venizelos, fue quien introdujo hace dos años dicho impuesto de forma extraordinaria con el fin de cubrir necesidades en plena crisis. El impuesto supuestamente se iba a retirar al cabo de un par de años, sin embargo el Énfia establece este impuesto de forma pertinente.

El nuevo impuesto sobre la propiedad grava todas las propiedades tanto si se trata de edificios como si se trata de superficies de suelo, independientemente de si están dentro o fuera del plan urbano. Es interesante el hecho de que tributan incluso edificios sin terminar y construcciones que no están electrificadas o que disponen de suministro eléctrico de obra, incluso construcciones que no tuvieron nunca suministro eléctrico y que permanecen vacías. Sus propietarios van a pagar impuestos por primera vez para estas propiedades, que hasta ahora pertenecían a una categoría exenta de tributación.

¿Qué más se grava? Instalaciones auxiliares, tales como almacenes, aparcamientos subterráneos, incluso las piscinas. Además, el Énfia se impone en todo tipo de tierras (parcelas) fuera del plan urbano, tanto si se cultivan como si no. En pocas palabras, la únicas construcciones que quedan fuera del nuevo impuesto sobre bienes inmuebles son edificios específicos de uso agrícola, como son los corrales, establos, gallineros, invernaderos, lugares de almacenamiento de producción vegetal etc.

El nuevo impuesto se aplica a los propietarios que tienen derechos a la propiedad ya sean personas físicas o jurídicas, y se gravan todos los derechos sobre la propiedad, como la propiedad, el usufructo, la propiedad legal, el derecho de habitación, etc. El impuesto también incluye el derecho de estacionamiento: si alguien tiene un derecho de uso exclusivo de aparcamiento, habrá de pagar impuestos por ese derecho.

El Ministerio de Finanzas espera recaudar aproximadamente 2.650 millones de euros por el Énfia. Sin embargo, hay que destacar la debilidad de muchos propietarios de responder al nuevo impuesto, y el Ministerio de Finanzas intenta hacer frente a este problema con una solución más bien controvertida.

Las notificaciones enviadas a los 6,4 millones de propietarios corresponden a 3.200 millones de euros, de los cuales el Ministerio de Finanzas calcula recaudar el 82 por ciento, es decir unos 2.650 millones de euros. Lo que corresponde a cada propietario se tendrá que pagar en seis cuotas en total, de las cuales la primera se paga hasta el 30 de septiembre de 2014.

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