Economía

Las exportaciones crecen diez veces menos de lo previsto y amenazan el optimismo del Gobierno

  • Las ventas al exterior subieron un 0,5% hasta junio, frente al 5% estimado
  • La crisis de Francia e Italia y la fortaleza del euro lastran a España
  • El consumo interno se queda como la única esperanza para revisar el PIB
Luis de Guindos, ministro de Economía Foto: archivo.

Las exportaciones, que han sido en los últimos años el sostén de la economía española, se ralentizan y dejan al consumo interno como único motor para el PIB. Frente a un crecimiento esperado para este año del 5%, el comportamiento del sector exterior en la primera mitad del año ha sido decepcionante: las ventas al exterior han aumentado diez veces menos de lo previsto.

De esta forma, sólo la buena marcha del consumo interno está consiguiendo que las previsiones económicas del Gobierno no sólo se mantengan, sino que hasta el propio Rajoy hable de una probable revisión al alza de la previsión de PIB para este ejercicio. Algunos indican que se elevará el crecimiento hasta el 1,5%, lo que supondría el mayor ritmo de crecimiento en seis años.

Pero, ¿es sostenible esta mejoría con unas exportaciones estancadas? Parece complicado. Sobre todo porque el principal motivo del parón del sector exterior tiene mucho que ver con el estancamiento que viven las grandes economías europeas, que, al fin y al cabo, son los grandes compradores de productos españoles.

Crisis de los principales socios

Por ejemplo, Francia, el destino de más de un 15% de las ventas al exterior, no ha logrado que su economía creciera ni una décima en lo que va de año. Y eso se nota en nuestro comercio exterior ya que ha reducido un 2,3% las compras de productos españoles.

Con Italia ocurre algo parecido. El país trasalpino, al que se dirigen el 7% de las exportaciones, ha vuelto a entrar en recesión, contagiando también a España. Las ventas a este país se redujeron un 0,1%.

Otro de los mercados que no se está comportando como se esperaba es el latinoamericano. Según los datos del Ministerio de Economía, las exportaciones a esa zona retrocedieron un 7,2%, condicionadas por la fortaleza del euro. Las ventas hacia algunos países, como Brasil (-15%), registraron caídas de dos dígitos.

En este escenario, sólo la mejoría del comercio con Alemania (+5,6%), Estados Unidos (+12,3%) y los mercados asiáticos (+2,2%) puede conseguir que se cumpla la previsión de Economía, que estimaba en un 5% el aumento de las exportaciones. Será difícil, sobre todo porque el veto de Rusia a algunos productos y el estancamiento de Europa podrían provocar caídas del sector exterior.

El crecimiento dependerá únicamente del consumo privado

Si el comercio exterior no vuelve a despegar en el tramo final del año, será difícil que la economía española avance más del 1% previsto actualmente. A pesar de ello, el Gobierno insiste en que a la vuelta del verano revisará la previsión de crecimiento.

Con el sector exterior estancado y la inversión aún en fase de recuperación (bajó un 0,6% en el primer trimestre del año), la demanda interna es el único componente que podría ayudar a cumplir las previsiones.

Por ahora, el consumo privado se está comportando mejor de lo esperado (crece durante cinco trimestres consecutivos) y el verano podría servir de ayuda, pero no hay que olvidar que hay otro factor que pesa en la demanda interna: el consumo de las administraciones públicas. En un contexto de ajuste del gasto público como el actual, será difícil volver a ver tasas de crecimiento de este componente como las del primer trimestre del año, cuando avanzó un 4,4%.

Por el momento, el INE calcula que la economía española creció el 0,6% en el segundo trimestre del año, pero habrá que esperar al día 28 para conocer cuáles fueron los motores de este crecimiento y saber si este ritmo se puede mantener en el tramo final del año.

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