
Esta semana, Alemania publica el dato de PIB del segundo trimestre del año y las expectativas para la locomotora de la zona euro no son positivas. Se espera una contracción de la economía germana que, por primera vez en más de cinco años, verá como España registra un rendimiento mejor que la potencia europea.
Ya lo advirtió Mario Draghi la semana pasada. El crecimiento en la región comunitaria sigue siendo "débil y desigual", afirmaba el presidente del Banco Central Europeo (BCE) en su comparecencia tras la reunión de política monetaria de agosto.
Italia dio la pasada semana una nueva prueba de que las políticas de Bruselas no están dando los frutos esperados de cara a alcanzar una recuperación generalizada y sostenida. Roma informaba de que el país ha vuelto a entrar en recesión al caer su Producto Interior Bruto (PIB) el 0,2% en el segundo trimestre.
Y esta semana, la confianza en la reactivación de la Eurozona podría recibir otro mazazo de la mano de Alemania. Este jueves 14 de agosto publicará su dato de PIB también del segundo trimestre y, si se cumplen las previsiones de los analistas, será negativo.
De media, los economistas consultados por Bloomberg esperan que se contraiga el 0,1% en tasa intertrimestral, lo que supondría un fuerte contraste con respecto al crecimiento del 0,8% que registró entre enero y marzo y supondría, además, el primer retroceso desde 2012.
Peor que España
"El informe probablemente vendrá a confirmar que los problemas se están trasladando también al norte", señala un economista del Commerzbank.
Los últimos datos macro publicados por el país germano ya han ido dando pistas del peor comportamiento de la economía, una tendencia que podría ir a más debido al impacto de las tensiones geopolíticas con Rusia. Y es que Alemania destina un importante volumen de sus ventas al exterior al país ruso, que ahora ha impuesto un veto a las importaciones procedentes de la UE.
Mientras, España parece salir de la crisis gracias un aumento constante de las exportaciones y la competitividad, una mejora del empleo y un repunte del consumo interno.
La economía española aceleró su recuperación en el segundo trimestre del año al registrar un crecimiento del PIB del 0,6% con respecto a los tres meses anteriores, dos décimas superior al logrado en el primer trimestre (0,4%) en su mayor avance de toda la crisis.
De confirmarse la contracción del 0,1% del PIB de Alemania entre abril y junio, se trataría de la primera vez en más de cinco años que la economía española presenta un mejor comportamiento que la germana. Una llamada de atención en toda regla para la que hasta el momento ha sido el motor de Europa.
A todas luces, la situación es delicada en la zona euro que, además de lidiar con la prolongada recesión de Grecia, se enfrenta ahora a la recaída de Italia y a la debilidad de Francia y Alemania, a la que la crisis ya está pasando factura.