El grupo Cantoblanco Restauración ha comunicado a la Asamblea de Madrid su intención de no continuar con la concesión de la cafetería y el restaurante de la cámara regional a partir del 7 de agosto, han indicado a Europa Press fuentes parlamentarias y de los propios trabajadores del grupo.
Según las mismas fuentes, el grupo remitió un escrito hace unos meses solicitando la ampliación de la concesión, que vencía el 7 de agosto, y la Asamblea aceptó la propuesta, dado que los pliegos estaba contemplada la opción de la prórroga por un año más.
No obstante, hace una semana, según ha adelantado El País, se recibió un burofax del grupo donde se indicaba que no podían seguir dando el servicio y comunicaban su intención de dejar la concesión el 7 de agosto, es decir, este jueves.
Fuentes parlamentarias indican que la Asamblea y su Mesa de Contratación están analizando la situación para buscar una solución. En este sentido, han remarcado que un nuevo concurso público implica unos "trámites y periodos" para realizar los pliegos, la licitación y la adjudicación.
Los trabajadores se enteraron ayer
Por su parte, los trabajadores de la cafetería han tenido conocimiento este lunes de la situación, ha indicado uno de los empleados. "Estamos ahora en el limbo, no sabemos lo que va a suceder", ha agregado luego.
Los trabajadores de la cafetería y el restaurante de la Asamblea de Madrid, que gestiona el Grupo Cantoblanco, registraron a mediados de julio en la Cámara una papeleta de conciliación individual previa a la vía judicial laboral, donde solicitan el abono del salario del mes de junio así como los que se encuentren pendientes a la resolución de esta demanda.
Los 16 trabajadores de la plantilla presentaron un escrito el pasado 7 de julio para poner en conocimiento de la Asamblea que no habían cobrado el sueldo de junio, al que no ha habido respuesta.
En dicho escrito manifestaban que el hecho de no haber cobrado, teniendo en cuenta la situación actual de la empresa, en preconcurso de acreedores, "está motivando una enorme preocupación e incertidumbre" entre los trabajadores, tanto por sus ingresos mensuales como por sus puestos de trabajo, máxime cuando el contrato de la Asamblea con el Grupo Cantoblanco, propiedad del presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, finaliza en agosto.
Arturo Fernández se rinde
