
En términos absolutos, casi la mitad de la deuda que acumulan las empresas públicas autonómicas al cierre del primer trimestre de 2014 es responsabilidad del Gobierno catalán, que preside Artur Mas. En concreto, y según las estadísticas del Banco de España, el sector empresarial público catalán registra hasta marzo un endeudamiento de 3.979 millones de euros, con respecto a los 8.721 millones de los 17 Ejecutivos regionales.
Aunque el pasivo en esta comunidad autónoma se mantiene estable, en el umbral de los 4.000 millones, desde hace medio año, y se ha reducido bastante en los tres últimos ejercicios, lo cierto es que las empresas dependientes de la Generalitat catalana siguen siendo, con mucha diferencia, las más endeudadas de cuantas conforman el tejido autonómico.
Cataluña alcanzó su techo máximo de endeudamiento público empresarial al cierre de 2010, cuando disparó su pasivo hasta la cifra de 6.434 millones de euros, tal y como reflejan los datos del Banco de España. Es decir, en tres años ha aligerado sus números rojos en 2.400 millones, en línea con las exigencias del Gobierno Central, por la imposición de reducir el déficit, que este año no podrá sobrepasar el 1% del PIB de cada CCAA.
Con todo, las cifras de deuda de las empresas públicas catalanas son desproporcionadas, como lo demuestra el que Madrid, la segunda con mayor agujero, presenta la mitad de pasivo: 1.691 millones de euros a finales de marzo. Ahora bien, tampoco el Ejecutivo de Ana Botella puede enorgullecerse de su lucha contra la deuda de sus empresas públicas, ya que esos 1.691 millones son la segunda mayor cifra de pasivo de este siglo, sólo superada en el cuarto trimestre de 2013, cuando sumó 1.703 millones.
Andalucía es la tercera comunidad en cuanto a deuda de sus empresas públicas, con 688 millones, según las estadísticas de la autoridad monetaria. Es decir, menos de la mitad de pasivo que Madrid, algo lógico si se tiene en cuenta el muy distinto tamaño empresarial -y no sólo público- de la comunidad que preside Susana Díaz. Ahora bien, Andalucía presenta un mejor desarrollo en la rebaja de la deuda, que ha logrado recortar hasta dejarla en niveles de marzo de 2012.
Un caso peculiar es el de la Comunidad Valenciana, que con 540 millones de deuda empresarial al cierre del trimestre, puede presumir de arrastrar un nivel de deuda inferior al que anotaba en el año 2000, cuando sus sociedades públicas reflejaban un agujero de 861 millones de euros.
Más sorprendente es el caso de Castilla y León, que empezó el siglo con apenas 17 millones de pasivo en su aparato empresarial, y lo ha disparado hasta 499 millones. Esto es, adeuda un volumen parecido al de Valencia, con una diferencia clave: mientras Valencia no deja de bajar su deuda, Castilla y León la ha aumentado, tanto en 2012 como en 2013.
La sexta autonomía con mayor endeudamiento empresarial público es Baleares, que declara 448 millones en el primer trimestre del ejercicio, lo que supone haberlo rebajado hasta los niveles anteriores a la crisis.