
El Fondo Monetario Internacional (FMI) defendió hoy la solidez del sistema bancario de Portugal, aunque reconoció que persisten "bolsas de vulnerabilidad", al referirse a las dudas sobre la salud financiera del Banco Espírito Santo (BES) cuya cotización fue suspendida hoy.
"El sistema bancario portugués ha sido capaz de superar la crisis sin alteraciones significativas, ayudado por un apoyo público de capital sustancial y medidas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE)", indicó un comunicado emitido por el FMI.
No obstante, la institución dirigida por Christine Lagarde reconoció que "tal y como el Banco de Portugal reconoce, se mantienen bolsas de vulnerabilidad".
En algunos casos, agregó el Fondo, "esto exigirá medidas de corrección y en otras supervisión intrusiva", pero recordó que "no comenta instituciones financieras individuales".
El organismo, que formó parte del plan de rescate internacional de la troika junto con la Comisión Europea y el BCE a Portugal recientemente completado, salía así al paso de la incertidumbre generadas en Europa después de que BES suspendiera sus cotizaciones en la Bolsa de Lisboa ante las fuertes pérdidas registradas.
Esta cancelación disparó la caída en la Bolsa de Lisboa (-4,18 %) y contagió al resto de parqués europeos ante la incertidumbre sobre de la situación financiera de la empresas del grupo, que se sospecha que pueda contener un agujero de 1.300 millones de euros en sus cuentas.
Los recelos de los inversores aumentaron aún más después de que la agencia Moody's rebajara este miércoles en tres escalones la nota del Espírito Santo Finacial Group (ESFG) hasta un nivel "Caa2", con alta probabilidad de impago.