El embajador de EEUU dice que las empresas de su país "tendrán que adaptarse" si la independencia se lleva a cabo
El embajador de Estados Unidos en España, James Costos, dio ayer alas a la deriva independentista de Artur Mas, al afirmar que las empresas norteamericanas "tendrán que adaptarse" si Cataluña se independiza. Durante un desayuno informativo del Foro Nueva Economía, Costos reiteró que el desafío soberanista en Cataluña es "por supuesto una cuestión interna" y explicó que la comunidad empresarial estadounidense se mantiene "muy interesada" y "observando la evolución de los acontecimientos". "Cualquier líder empresarial tiene que pensar en el futuro, si las cosas cambian, las empresas tendrán que adaptarse", declaró el embajador.
Poco tiempo más tarde, la Generalitat recogió el guante y el conseller de Presidencia, Francesc Homs, interpretó que estas declaraciones desmentían a "los propagandistas del Gobierno", en la medida en que, a su juicio, venían a confirmar que la economía y las empresas tienen capacidad de adaptarse y buscan la "eficiencia" y "valores seguros", como los que Cataluña representa.
Ante esta reacción desde las filas independentistas, ayer por la tarde Costos escribió en su cuenta en la red social Twitter que era "desafortunado que algunos hayan malinterpretado" su declaración sobre "la política de siempre de EEUU sobre Cataluña", es decir, que este tema es "una cuestión interna de España".
Tratado de Libre Comercio
Por otro lado, el embajador también hizo ayer una mención especial al Tratado Trasatlántico de Libre Comercio e Inversión entre Washington y la Unión Europea (UE).
En palabras de Costos, "pocos países se pueden beneficiar de este acuerdo más que España". El embajador destacó que las empresas exportadoras españolas "se beneficiarán inmediatamente" de la eliminación de aranceles innecesarios y la reducción de costes regulatorios. Además, prometió que se mantendrán "las protecciones que esperan los ciudadanos". Al hilo de esto, Costos explicó que "las negociaciones van muy bien" pero, aunque al presidente estadounidense Barack Obama "le hubiera gustado que aprobara a finales de año", él opina que será en el próximo 2015.