
El proyecto de levantar una copia de Manhattan en la ciudad China de Tianjin, al norte del país, comienza a tomar forma, aunque se ven pocas personas entre las torres de oficinas vacías y los hoteles sin terminar. Una falta de habitantes que hace saltar las alarmas sobre la desaceleración económica que vive el país.
Pese a que el barrio 'Bahía de la Concha', como se llama a la réplica de Manhattan, tiene edificios terminados desde 2010, falta el bullicio propio de una ciudad. En los edificios más propios de Nueva York que de una urbe china se acumula el polvo y la suciedad en sus ventanas acristaladas.
"Invertir aquí no será mejor que tirar el dinero al agua", señala a Bloomberg el inversor Zahng Zhihe, de 60 años, que ha viajado hasta 'Bahía de la Concha' en búsqueda de potenciales inversiones en locales comerciales.
El área desierta en la ciudad portuaria de Tianjin pone de relieve el desafío al que se enfrentan los líderes chinos: conseguir crédito para hacer funcionar la segunda mayor economía del mundo, mientras cae el crecimiento y el empleo en el país.

Algunos analistas creen que el gobierno local tendrá que reestructurar su deuda para poder hacer frente a los pagos. Stephen Green, jefe de investigación de Standard Chartered en Hong Kong, ha reconocido a Bloomberg sobre el proyecto que "tendrá que hacer un ajuste de sus cuentas".

Tianjin es una ciudad de 14,7 millones de habitantes, que se encuentra a unos 125 kilómetros de Pekín. Una región que ha crecido al 10,6% en el primer trimestre de 2014 respecto al año anterior, aunque en 2010 crecía a un nivel del 10,6%. Un crecimiento que contrasta con el avance del 7,4% de la segunda mayor economía del mundo.
