Economía

The Villages: el Disneyland para jubilados sin crimen, ni polución ni niños pequeños

  • Su tamaño se ha cuadruplicado desde el 2000 y tiene 110.000 habitantes
  • Los carritos de golf han causado más muertes que los criminales
  • La constructora es dueña de medios y bancos: controla la ciudad
Una pareja de jubilados atiende a un concierto en The Villages. Bloomberg

Un Disneyland para jubilados. Esa es quizá la mejor definición de la ciudad de The Villages, en Florida, cuya población es ya de 110.000 personas, cuatro veces más que en el año 2000. Un oasis para retirados, ideado y desarrollado por una empresa constructora y que tiene reguladas hasta las horas que pueden pasar los niños con sus abuelos.

Los datos del censo muestran además que es la ciudad que más crece de EEUU, un 5,2% el año pasado, a un ritmo que solo igualan megalópolis como Lagos en Nigeria. El gran atractivo es una comunidad en la que no existen virtualmente ni el crimen, ni el tráfico, ni la polución, ni los niños, tal y como recoge la agencia Bloomberg. De hecho, en The Villages todo está regulado, hasta el número de mascotas que los residentes pueden tener.

La ciudad, que tiene una extensión similar a la de Manhattan, ha atraído con gran éxito a los jubilados, y una de sus características más singulares son los carritos de golf: The Villages tiene más que taxis Nueva York. De hecho, los accidentes de carritos de golf han matado a más gente que los criminales.

El dueño de la ciudad

H. Gary Morse ha sido el principal impulsor y beneficiario del éxito de esta ciudad. Su compañía familiar ha vendido más de 50.000 viviendas desde 1986, generando 9.900 millones de dólares en ingresos, haciendo que la fortuna personal de Morse ascendiera a 2.900 millones de dólares, según el índice de millonarios de Bloomberg.

Pero el negocio de la familia Morse no es solo la construcción y promoción de viviendas: controla el periódico local, una radio, un canal de televisión y el Citizens First Bank, una entidad hipotecaria. Además, tienen en alquiler más de 4,5 millones de metros cuadrados de oficinas, restaurantes y tiendas, entre otros negocios.

"Son los dueños de todo", explica Andrew Blenchman, autor de Leisureville, un libro sobre The Villages y otras comunidades de jubilados. "Básicamente tienes una ciudad de 100.000 personas controlada por una empresa".

La historia comenzó en los años 60, cuando Harold Schwartz comenzó a vender extensiones de tierra en el noroeste de Orlando. Morse se unió al negocio en 1983 y empezaron a vender viviendas a jubilados ofreciendo golf gratis para el resto de sus vidas. Siguió el modelo de otras comunidades con restricciones de edad, y continuó su desarrollo hasta su estado actual.

El perfil económico es variado, con casas en venta entre 150.000 y 1 millón de dólares. No ha sido el racial: el 97% de los residentes son blancos, con una edad media de 65,5 años. Ahora también ha comenzado a atraer a expatriados, especialmente del Reino Unido.

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