Internet se ha convertido en una extensión del centro de salud tradicional. Sin largas esperas y sin tener que dar explicaciones, es posible desde conseguir un diagnóstico hasta los medicamentos necesarios para acabar con una dolencia. Eso sí, existen muchas probabilidades de que esa medicina que se esté comprando sea una falsificación...
De hecho, al igual que ocurre con las copias de bolsos o camisetas, el negocio de los fármacos de imitación está en auge. Según datos del Instituto de Seguridad Farmacéutica de Virginia recogidos por Bloomberg, las intervenciones de las autoridades para incautarse de este tipo de productos se incrementaron un 24% en 2007: hasta 403 tipos de medicinas falsas fueron confiscadas en 99 países.
Viagra, el más falsificado
Desde copias de genéricos a fármacos sin el principio activo o con la dosis incorrecta, las medicinas requisadas el pasado año alcanzaron un valor de 3.000 millones de dólares. De entre todos, el campeón de las imitaciones mundiales sigue siendo Viagra, el producto estrella del laboratorio Pfizer que actúa contra la disfunción eréctil.
Según la compañía estadounidense, debido a las ventas online de falsa Viagra estaría dejando de ingresar unos 2.000 millones de dólares anuales. Y es que sólo esta marca representa el 75% de las copias ilegales de todos los medicamentos de Pfizer.
Otros productos de propiedades similares a Viagra, como Levitra de Bayer, o Cialis de Eli Lilly, también son pasto de las falsificaciones que provienen, fundamentalmente, de China e India, según indica la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA por sus siglas en inglés), dependiente del Departamento de Sanidad de Estados Unidos.
Crecimiento meteórico
Aunque los fármacos contra la impotencia no son los únicos que se pueden adquirir de forma ilegal a los falsificadores. Desde 2002, año en el que el Instituto de Seguridad Farmacéutica inició el seguimiento de este mercado sumergido, la oferta se ha diversificado hasta cubrir enfermedades como la artritis, el asma, el SIDA o la cardiopatía.
De acuerdo con las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud, hasta el 10% de las medicinas que que circulan por todo el mundo no proceden de los laboratorios farmacéuticos que los patentan y comercializan, lo que supone un gran riesgo para la salud de los consumidores.
Sin embargo, a pesar del evidente peligro, la FDA calcula que en cinco años el negocio de los medicamentos de imitación crecerá hasta el punto de generar un volumen de ventas equivalente a 100.000 millones de dólares.
