La inversión extranjera directa que llega a España creció con fuerza en 2007 aunque este aumento no se tradujo en un incremento del número de puestos de trabajos creados, sino todo lo contrario. Y es que el capital que llegó del exterior proporcionó mucho menos empleo que en ejercicios anteriores. La explicación es que el sector servicios, que cada vez tiene mayor peso en la economía, atrae inversión que genera menos empleo.
Según un informe sobre atracción europea de capital internacional elaborado por Ernst & Young, España vio como cayó un 31% la creación de empleo de la inversión extranjera directa (FDI por sus siglas en inglés), y eso a pesar de que el número de proyectos foráneos en el país aumentó un 21%.
El número de nuevos puestos de trabajos generados por el capital internacional en relación a las actividades industriales cayó un 55% en 2007, mientras que el número de proyectos de inversión en este sector aumentó un 2%, según los datos publicados por la empresa auditora con sede en Nueva York.
En una situación completamente distinta se encuentra el sector servicios, en el que el número de proyectos de inversión extranjera aumentó un 34% en 2007. Los servicios financieros y el sector del software contabilizaron el 36% de todos los trabajos creados por el capital extranjero llegado a España el año pasado.
"Europa occidental está en medio de una transformación hacia una economía de servicios, la cual atrae inversiones que crean menos empleos", explica Marc Lhermitte, analista de Ernst & Young, en una entrevista con Bloomberg.
Hacia los países del Este
El informe de Ernst & Young, explica que el mercado español se encuentra en un periodo de transición hacia el sector servicios y, que como ocurre en Europa, se encuentran en un momento de cambio, que refleja una inversión industrial que se "desmorona" en la parte occidental del continente, conforme los proyectos van a los países del este. Las compañías europeas occidentales crearon el 87% de los empleos por inversión extranjera directa en Europa oriental.
En el Viejo Continente, el cambio hacia el Este golpeó con particular dureza a Francia, que consiguió en el 2007 un cuarto de proyectos industriales menos que en 2006. En tanto la inversión extranjera hizo que hubiera un 29% menos empleos en Francia, el sector industrial tuvo un descenso de 47%.