Economía

Cooperativas en unas catacumbas, un ejemplo contra la mafia en Nápoles

Nápoles, 14 jun (EFE).- Un barrio deprimido, un patrimonio histórico ignorado y unas catacumbas semiabandonadas se han convertido en una nueva atracción de Nápoles, gracias a un grupo de jóvenes cuya acción se presenta como una alternativa a la mafia.

Este grupo de jóvenes culminará su proyecto el próximo mes de septiembre con la creación de la Fundación San Jenaro.

Del desempleo al cooperativismo, de la elección entre mafia o emigración a la autogestión y la creación de puestos de trabajo, esta es la obra de un grupo de jóvenes del barrio napolitano de Sanidad, que se encargan hoy de gestionar las imponentes catacumbas de San Jenaro y de San Gaudioso, semicerradas hasta su llegada.

"Antes, las catacumbas eran gestionadas, o no gestionadas, por el ayuntamiento de Nápoles. Cada año, llegaba el político de turno y las inauguraba, las abrían un mes y luego las volvían a cerrar", explicó a Efe, Enzo Porcio, guía y socio de la cooperativa "La Paranza", actual gestora.

Este joven, de 28 años, y su grupo de amigos, todos desempleados, se solían reunir por las tardes alrededor de la Basílica de Santa María de la Sanidad, "una de las más bellas de Nápoles" hasta que un buen día decidieron pasar a la acción.

"Decidimos que ya habíamos tenido bastante. Se habían invertido 1.200.000 euros en abrir ese mes las catacumbas para cerrarlas otra vez. No entendíamos cómo podíamos estar desperdiciando este increíble patrimonio y a nosotros mismos", argumentó.

Por ello, con la ayuda del párroco, decidieron presentar un proyecto para recuperar y relanzar las catacumbas.

"El objetivo era crear empleo a través de la valorización del patrimonio histórico-artístico. Hasta entonces Sanidad era sólo conocido por la crónica negra, teniendo cosas tan bellas", recordó.

Pero no sólo actuaron para impulsar las catacumbas, sino todo el patrimonio del distrito, incluyendo el famoso Cementerio de las Fontanelle, que ocuparon para exigir su total apertura.

"Fue el 26 de mayo de 2010, éramos un centenar, dormimos allí dos noches e hicimos visitas guiadas durante cuatro meses. Hoy, permanece abierto", rememoró orgulloso.

A partir de la primera cooperativa, "La Paranza", que hoy cuenta con 20 socios y se encarga de las visitas guiadas a las catacumbas, se fueron formando otros entes auxiliares: para las estructuras de acceso, la electricidad, el mantenimiento...Hasta conformar en la actualidad un total de once cooperativas y asociaciones.

"Hemos dado un ejemplo concreto de desarrollo, cuyos ingredientes son: la inversión en el patrimonio, los jóvenes y la ayuda de los fondos privados. Y hemos demostrado que da resultado", aseguró.

De hecho, según sus datos, las catacumbas cuentan con unos 40.000 visitantes al año y en este periodo de 2014 estos se incrementaron un 20 por ciento con respecto al del año anterior.

"Estudiamos cada día cómo mejorar para ayudar al desarrollo del barrio y al empleo y formación de más jóvenes. En nuestra pequeña historia nos hemos encontrado con tantas buenas personas que creen en nuestro sueño", relató satisfecho.

Un sueño que se concretará y afianzará con el proyecto hecho realidad de la Fundación San Jenaro, que se presentará el próximo 19 de septiembre y que gestionará los fondos para las catacumbas.

"Parece que a los periodistas sólo les gusta las historias trágicas pero debemos contar otras historias que son bonitas, limpiar la imagen de la ciudad y mostrar la belleza de Nápoles", manifestó.

Las catacumbas de San Jenaro, de dos pisos, y San Gaudioso, a la que se accede a través de la basílica de Santa María de la Sanidad, conservan una particular arquitectura paleocristiana, frescos bizantinos y restos óseos de épocas más recientes.

El distrito de Sanidad, a pesar de su ingente patrimonio histórico, es uno de los más deprimidos de Nápoles, con un alto nivel de desempleo, y ha sido señalado como uno de los semilleros históricos de la camorra napolitana.

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