
París, 13 jun (EFE).- La huelga de trenes en Francia contra la reforma del sector ante la llegada de la competencia continuará mañana por cuarto día consecutivo, anunciaron hoy los dos grandes sindicatos convocantes, CGT y Sud-Rail.
La compañía ferroviaria SNCF informó de que, para la jornada del sábado, prevé mantener más de la mitad de los trenes de larga distancia, cuatro de cada diez en las líneas de media distancia y regionales y un tercio en los tramos de cercanías de París.
En un comunicado, la Sociedad Nacional de Ferrocarril (SCNF) precisó que, en las líneas internacionales, sólo circularán un tercio de los trenes que comunican con España e Italia y seis de cada diez con Suiza y Alemania.
No habrá cancelaciones en los Eurostar que enlazan con Londres y en los Thalys a Bélgica y Holanda.
En los trenes de alta velocidad cuyo recorrido se realiza en el interior de Francia se mantendrán entre un tercio y ocho de cada diez recorridos.
Según la compañía estatal, el 17,49 por ciento de sus trabajadores paró hoy, porcentaje inferior al 22,64 de ayer y al 27,84 % del primer día de huelga.
La Confederación General del Trabajo (CGT, sindicato mayoritario en la empresa con un 35 % de representación) y Sud-Rail (tercero con un 17 %) decidieron prolongar la protesta pese al llamamiento del presidente francés, François Hollande.
Desde Andorra, Hollande les dijo que "hay un momento en el que hay que saber terminar con un movimiento y ser conscientes de los intereses de todos".
Poco después, su primer ministro, Manuel Valls, insistió en que el proyecto de ley de reforma ferroviaria cuya retirada piden los huelguistas "va a ser examinado por el Parlamento la semana próxima" y "tendrá una amplia mayoría".
"Son posibles modificaciones para mejorar el texto", pero "es hora de que termine esta huelga, que penaliza a nuestros ciudadanos (...) y a nuestra economía", añadió Valls.
El proyecto de ley prevé la fusión de la SNCF con el gestor de infraestructuras Red Ferroviaria de Francia (RFF) en una entidad que asumirá los alrededor de 44.000 millones de euros de deuda conjunta, que la CGT y Sud-Rail quieren que asuma el Estado.
El Ejecutivo se ha comprometido a no privatizar la SNCF y mantener el estatuto de los trabajadores del sector, quienes gozan de un régimen especial de pensiones que les permite jubilarse antes que el resto de los trabajadores, entre otras mejoras.
Pero en el fondo del conflicto está la apertura de la competencia a instancias de la Unión Europea que sindicatos como la CGT y Sud-Rail creen supondrá una mayor presión para aumentar la productividad.