
Madrid, 3 jun (EFE).- Empark se encuentra inmersa en el programa para sustituir 4.500 antiguos parquímetros de la ciudad de Madrid a un coste por unidad que la empresa cifra en el torno a los 6.000 euros, un proceso en el que actúan como proveedores tanto El Corte Inglés, como Parkare y Parkeón.
Además de Empark, la firma Sacyr, en alianza con otras empresas, también se encarga de sustituir parte de estos parquímetros, ya que la compañía se adjudicó 2 de los 4 lotes licitados.
Los nuevos parquímetros, que tendrán que estar en activo a partir del 1 de julio próximo, contemplan novedades de pago en función del nivel de emisiones del vehículo dada su antigüedad y de la ocupación de la zona.
Según el coste por máquina que estima Empark, el proceso para sustituir los antiguos parquímetros por unos nuevos más intensivos en tecnología podría ascender a cerca de 27 millones.
Los nuevos parquímetros calcularán la tarifa por el nivel de emisiones del automóvil, a partir de la matrícula que tendrán que introducir los usuarios, y los pagos se podrán realizar bien en metálico o mediante el teléfono móvil.
De hecho, se espera que a nivel europeo se cree un estándar que regule el pago del aparcamiento mediante una aplicación instalada en el teléfono móvil, según ha señalado el presidente de Empark, Pedro Mendes.
Empark, nacida de la integración de Cintra Aparcamientos y la lusa Emparque, espera invertir este año cerca de 20 millones y mantener este rango de cara a los próximos años.
Para este ejercicio, tiene previsto construir tres nuevos aparcamientos (todos ellos en Portugal), renovar distintos contratos de gestión y consolidar su presencia en Reino Unido y Turquía.
De hecho, la compañía puja por varios contratos en Reino Unido, tanto de estacionamiento en la vía pública como de gestión en aeropuertos o hospitales. Además, negocia nuevas operaciones en Turquía.
También a lo largo de este año puede haber novedades en su accionariado, ya que el grupo luso Silva & Silva, que a través de Assip controla cerca del 51 % de Empark, estudia llevar a cabo este año un proceso de venta ordenada de su participación en la compañía, en la que también están presentes con un 49 % Banco Espirito Santo y Ahorro Corporación.
Tras acceder recientemente al mercado de capitales con una emisión de bonos para refinanciar 385 millones de deuda, Empark no contempla dar el salto a la bolsa, ya que considera que esta opción no es la mejor manera de maximizar el valor para el accionista.
Con respecto a las operaciones de integración que puedan surgir en el sector de aparcamientos, Empark -que estudiará el próximo año pagar o no dividendo- analiza distintas alternativas para entrar en nuevos mercados, aunque no tiene nada cerrado al respecto.
El pasado 27 de mayo, la agencia de calificación Moody's subió la nota de la compañía de B2 a B1.
A cierre del pasado año, el ebitda de Empark fue de 63,3 millones, el 1,4 % menos, mientras que las ventas ascendieron a 179,6 millones, el 2,3 % menos. En los últimos 7 meses la compañía ha registrado crecimientos, por primera vez en 4 años, en el negocio de estacionamientos fuera de la vía pública.