
Las conductas de las multinacionales que, valiéndose de la competencia que realizan entre sí varios de los estados miembros de la Unión Europea, consiguen reducir la cantidad de impuestos que pagan al mínimo son plenamente legales, pero no por ello dejan de ser perjudiciales para el resto de estados miembros.
Por ello, la Comisión Europea ha acusado este lunes a Irlanda, Holanda, Luxemburgo, Malta y Chipre de que sus regímenes fiscales han sido diseñados para ser más atractivos para las multinacionales como Amazon, Google o Ikea.
La combinación de varios de esos regímenes y el principio prácticamente generalizado que hace que los beneficios que una empresa obtiene en el extranjero están exentos, permiten a las grandes empresas recortar su carga tributaria hasta tipos efectivos que a menudo son de un solo dígito.
"Estos cinco países deben hacer más para afrontar el problema de la planificación fiscal agresiva", ha dicho el comisario responsable de Fiscalidad, Algirdas Semeta, en rueda de prensa para presentar las recomendaciones de política económica que la UE ha dirigido a los Estados miembros.
"Los Estados miembros no deben confiar en regímenes fiscales miopes para atraer a multinacionales. Europa, en su conjunto, saldrá perdiendo si las multinacionales escogen de entre nuestro mercado único sólo para minimizar sus impuestos", ha avisado Semeta.
"Con un enfoque unificado y dedicación para dar seguimiento a todas las medidas necesarias, los Estados miembros tienen la capacidad de dar un golpe real a los evasores de impuestos", ha explicado el comisario de Fiscalidad.