
La Comisión Europea dio ayer luz verde al mapa de concesión de ayudas regionales a la inversión de España para el periodo 2014-2020, que supone la expulsión de Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía de la categoría de máxima intensidad de ayudas, debido a que han mejorado su Producto Interior Bruto (PIB) con respecto a la media del bloque de los Veintisiete.
stas reglas establecen las ayudas que las regiones pueden conceder a las empresas para apoyar las inversiones en nuevas instalaciones de producción en sus territorios, o bien para ampliar o modernizar las instalaciones existentes. En última instancia, las ayudas estatales de finalidad regional aspiran a contribuir al desarrollo económico y el empleo.
Este nuevo marco responde al objetivo de concentrar la ayuda en las regiones más desfavorecidas, de modo que únicamente el 6,9% de la población española seguirá optando al máximo de ayudas. En concreto, las comunidades autónomas de Extremadura, con unas intensidades máximas de ayuda del 25% de los costes subvencionables de los proyectos, y las Islas Canarias, con el 35%.
75% de PIB per cápita
La razón es que tan sólo son prioritarias las zonas con un PIB per cápita inferior al 75% de la media de la Unión Europea o bien aquellas otras que sean regiones ultraperiféricas.
Con el nuevo mapa, y para no sacar de un plumazo a las antiguas regiones consideradas más pobres, se ha establecido un periodo transitorio en el que tanto Galicia, como Castilla-La Mancha y Andalucía mantendrán una intensidad de ayuda más elevada, cifrada en el 15%, hasta finales del ejercicio 2017.
La población total del país que podría optar a algún tipo de ayuda es de 32,25 millones de personas, el 68,59% de la población de España.
Las intensidades de ayuda que pueden concederse a los proyectos de inversión regional realizados por grandes empresas en las regiones asistidas oscilan entre el 10 y el 35% de los costes de inversión totales, en función de la zona de que se trate. Estos porcentajes pueden incrementarse en 10 puntos porcentuales para las empresas medianas y en 20 puntos porcentuales para las pequeñas empresas.
Ayudas por el alto paro
Asimismo, las nuevas directrices prevén que otras regiones desfavorecidas respecto a la media nacional o de la UE pueden acogerse a las ayudas regionales, siempre y cuando se cumplan determinados criterios y respeten un límite máximo de cobertura de la población global.
No obstante, tanto el ámbito geográfico como la intensidad de ayuda son limitados.
En el caso de España, debido a la elevada tasa de desempleo, el 33% de la población podrá acogerse a ayudas regionales a la inversión en esta categoría, con una intensidad máxima de la ayuda del 10%.
En concreto, Asturias, Cantabria, Castilla y León (excepto Soria), Comunidad Valenciana (excepto Valencia capital), Murcia, Ibiza y Formentera, Menorca, Ceuta y Melilla, así como también zonas de Huesca y Zaragoza (excepción hecha de Zaragoza capital), Cataluña, Mallorca, La Rioja, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.
Las intensidades máximas de ayuda en las regiones europeas asistidas se han reducido ligeramente en comparación con el pasado. El porcentaje de descenso es de hasta cinco puntos según la región de que se trate.