La industria de la alimentación, el sector de la distribución y la hostelería se han unido este miércoles en el marco de la feria Alimentaria para expresar claramente su rechazo a una eventual subida del IVA del 10% al 21% que proponen los expertos del informe Lagares y que debe servir para inspirar la reforma fiscal del Gobierno, ya que conllevaría la destrucción de 155.000 empleos.
"Respetamos a los expertos del informe Lagares, pero ahora no toca subir el IVA", ha aseverado el director general de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), Horacio González, que pese a reconocer que las declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, negando una eventual subida del IVA le tranquilizaron, cree que es necesario lanzar un mensaje de concienciación.
Para ello, ha contado con el director de la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc), José Maria Bonmatí; el director general de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (Aces), Aurelio del Pino; el de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, y el secretario general de la Asociación de Cadenas de Restauración Moderna (Fehrcarem), Juan Ignacio Díaz.
Estos representantes del sector del gran consumo, que junto con la hostelería y la restauración facturan 370.000 millones de euros, lo que representa más del 20% del PIB nacional, y juntos generan más de cinco millones de empleos.
Según sus cálculos, pasar de un tipo reducido del 10% a un 21% supondría que el gasto anual en alimentación por familia crecería 600 euros al año, afectando al 65% del gasto total en este tipo de productos, revirtiendo también en sectores como la hostelería, el turismo, el textil y la telefonía.