
Con la reforma del IVA cultural de fondo, Enrique Cornejo, conocido empresario teatral, aborda los problemas que atraviesa nuestro país en un contexto económico y fiscal en el que lo "primero que cercenan los políticos es la cultura".
¿Qué tiene de teatro la política española o nuestros políticos?
Bueno, lo que tienen es de mal teatro. Basicamente, que utiliza y olvida lo más importante, la sensibilidad. Antes de dedicarse a la política, los políticos tendrían que pasar por un tamiz de sensibilidad. Se supone que son cargos vocacionales, no deberían buscar otro fin que el de servir a los ciudadanos, y no es así.
Las cosas ya estaban bastante mal para el teatro en el plano empresarial. ¿Cómo les ha afectado la subida del IVA?
El IVA ha sido el hachazo definitivo para el mundo teatral. Los políticos venden la gran asistencia de público a los teatros, de los beneficios que eso genera, pero una cuarta parte de lo que se recauda va para Hacienda y, con el resto, hay que pagar muchas cosas. Cuando los que han decidido esta barbaridad se den cuenta de lo que han hecho, muchos empresarios del mundo teatral ya no existirán, o no existiremos. Nos endeudamos día a día paulatinamente, y no podemos superar ese 21 por ciento.
¿Cree que realmente se va a dar el paso anunciado de bajar el IVA antes de ahogar por completo a los empresarios?
No. Como mucho, nos brindan que no lo van a subir. Da igual, aceleran nuestra muerte profesional. Las voces que se han levantado a favor de la defensa de la cultura han sido altas y claras, pero, lamentablemente, ha caído siempre todo en saco roto: empleos, empresas y, sobre todo, ilusiones.
Sin embargo, de acuerdo con el presidente del Gobierno, se han aumentado las asignaciones al teatro en un 57,4 por ciento...
No sé si se han aumentado, o si sólo se aumentan al teatro público, a nosotros mucho no nos llega, para qué mentir. Pero lo que sí sé es que la solución pasa por bajar el IVA. Con estos niveles de impuestos, de poco sirven las subvenciones.
¿Cree usted que este Gobierno venía condicionado contra la cultura por lo ocurrido con la SGAE?
La situación era mala, se sabía, y ahora estamos en un otro camino, eso es indudable. Sé que lo que se está haciendo había que hacerlo,pero, ¿había que hacerlo como se está haciendo? ¿era indispensable cargarse sectores como los culturales? Y mientras, en cambio, los contribuyentes estamos pagando deudas supermillonarias por malas gestiones.
¿Qué necesita un empresario teatral ahora mismo?
Pues necesita primero arrojo, valentía, imprudencia y amor por lo que hace. Porque sin todas estas cualidades, es un disparate crear una empresa, y más en este sector. No hay nuevos empresarios últimamente, no hay iniciativa en este ámbito, y en casi ninguno, es demasiado laborioso y muy poco rentable.