El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha adelantado hoy que el cierre de déficit de 2013 fue del 6,62%, prácticamente en línea con el 6,5% previsto. Teniendo en cuenta que la reducción del sector público no se ha hecho o que el Gobierno volvió a pagar la extra a los funcionarios, entre otros, ¿cómo consiguió cuadrar las cifras?
Fue gracias a una maniobra para diferir el gasto, según apunta Bloomberg. En concreto, lo que hizo el Ejecutivo fue adelantar la fecha límite para aceptar solicitudes de gasto al 25 de noviembre. El reconocimiento de cualquier factura que llegase de los ministerios después de esa fecha se retrasaría a 2014 por lo que, a efectos prácticos, el año se cerró en noviembre. La maniobra es vieja, ya se ha recurrido a ella otros años. La novedad radica en el adelanto de la fecha límite: en 2012, se fijó el 3 de diciembre y en 2011, el 30 de diciembre.
Dando por terminado el año en 2013, el Gobierno logró que el gasto público se redujese durante la última parte del ejercicio. En concreto, se frenó un 3,5% en el cuarto trimestre en comparación con el mismo período del año anterior. Algo que sorprende si se tiene en cuenta que ese periodo engloba el restablecimiento de la extra a los empleados públicos, una paga que no cobraron en la Navidad de 2012.
Las comunidades también han contribuido a la reducción mediante la imposición de restricciones a los gastos en educación y sanidad.
Desde que llegó al poder en diciembre de 2011, el Gobierno ha utilizado muchos mecanismos a corto plazo en su lucha para cuadrar las cuentas públicas. En diciembre de 2013, canceló el pago de 3.600 millones de euros previsto para corregir el déficit energético a través de la Ley del Sector Eléctrico.
Y en 2012, maquilló las cuentas, al posponer devoluciones fiscales a enero, una operación que la valió la reprimenda de Bruselas, que ordenó a Montoro en marzo de 2013 que cambiara sus métodos de contabilidad.
"Al jugar con las fechas, el gobierno hace que sea más difícil para los ministerios atender estas fechas límite de gasto", señala Ángel Laborda, economista jefe de Funcas. "Hasta 2011, el proceso de gastos en el gobierno central estuvo abierto hasta mucho más allá de la Navidad".
Desde el Ministerio de Hacienda defienden que no se está "haciendo nada raro; ni rebuscando, ni componiendo, ni maquillando" con los datos de déficit, que asegura que las normas de disciplina presupuestaria se están perfilando.