El Gobierno de Reino Unido dará poder a Escocia para que emita sus propios bonos, una decisión que el jefe del Tesoro, Danny Alexander, ha calificado de "histórica". Una medida similar a la que ya tienen las comunidades autónomas españolas que pueden emitir su propia deuda, como los llamados 'bonos patrióticos'.
Este anuncio del gobierno británico llega antes de que se produzca el referéndum sobre la independencia de Escocia el próximo 18 de septiembre. El gobierno escocés ha asegurado que "no era nada nuevo" y que "solo la independencia daría a Escocia un control total sobre su economía y sus finanzas".
La medida permitirá a Escocia pedir prestado 2.200 millones de libras a los mercados durante un tiempo fijo y con un tipo de interés predeterminado para invertir en hospitales, carreteras y otros proyectos a partir de 2015.
"Nuestra decisión de hoy significa que el gobierno escocés podrá emitir directamente su propia deuda", ha señalado Alexander.
Esta deuda es una petición que lleva haciendo Escocia desde mediados de 2011. De hecho, se les conoce como los 'Breveheart bonds', en referencia a la película que protagonizó Mel Gibson y que narraba la vida de un héroe escocés en la primera guerra de la independencia.
Escocia podrá seguir accediendo al National Loans Fund, un fondo existente para financiar proyectos en el Reino Unido, además de tener esta nueva concesión para endeudarse por su cuenta.
El Gobierno británico anunció hace un par de meses que asumirá la responsabilidad de toda la deuda pública del país en caso de que Escocia vote a favor de la independencia en el referéndum del próximo septiembre.
Impuesto a la renta
Esta decisión de Londres se une a otra serie de medidas que buscan acercar posiciones con Escocia. La otra opción que barajan es permitir que el gobierno escocés pueda establecer un impuesto sobre la renta, como viene pidiendo desde hace algunos años la Calman Commission, una comisión que estudia la descentralización.